viernes, septiembre 27, 2024
Cuba

Baile y cocina en Cuba… para turistas


MIAMI, Estados Unidos. – He regresado otra vez al remanso de Punta Cana, en República Dominicana, como cortesía de la agencia Gool Travel, propiedad de un cubano. En este viaje, durante la temporada turística intermedia, me llamó la atención la asistencia masiva de la población vernácula durante todo el fin de semana: gente humilde, feliz y entusiasta, junto a los argentinos, norteamericanos, alemanes y rusos, entre otras numerosas nacionalidades que pude identificar, compartiendo las delicias culinarias e instalaciones del Barceló Bávaro Palace.

Era hermoso constatar a dominicanos sirviendo a sus coterráneos con respeto, sin resquemor, hasta con cierta admiración. Resulta encomiable cómo mantienen la inmensa y complicada logística requerida por el sistema “todo incluido”, tomando en cuenta que un porcentaje significativo de la pantagruélica alimentación es de origen nacional.

Esos productos no son exclusivos de los enclaves turísticos, como suele ocurrir lamentablemente en Cuba, donde hasta el papel sanitario sigue encabezando la lista de bienes desaparecidos (como solía ocurrir en casi todo el otrora “campo socialista” europeo). 

Recientemente, he recibido el folleto publicitario de Gate 1 Travel, agencia turística de Estados Unidos con la cual he visitado algunos sitios culturales de gran relevancia, como Machu Picchu. 

Camino al icónico enclave, en mercados populares de humildes pueblos peruanos, pude admirar la cantidad y diversidad de alimentos autóctonos, como la papa, que tiene cientos de variedades, según me dejó saber una de las vendedoras. 

El panfleto de la agencia turística da cuenta de antiguas naciones socialistas que ahora integran importantes circuitos internacionales de visitantes. Países bálticos, que fueran sojuzgadas por la crueldad del imperio soviético, han renacido de sus cenizas.

La heroica Polonia, sobreviviente de inhumanos totalitarismos, con una parada en Wilczy Szaniec, donde Hitler tuvo su comandancia durante la Segunda Guerra Mundial. Checoslovaquia y su hermosa ciudad de Praga, centro de la rebelión anticomunista del año 1968, que fue aniquilada con saña, incluye la visita al campo de concentración de Terezin. Islas prodigiosas de Croacia y Eslovenia se revelan para quienes exploran nuevas experiencias, así como los países balcánicos, Rumanía y Bulgaria, otrora satélites deplorables de la Unión Soviética. Georgia, donde, paradójicamente se recorre Gori, una de sus más antiguas ciudades, lugar donde nació Stalin, el dictador que aniquiló a millones de personas mediante hambrunas y violencia. 

Sin embargo, los únicos dos países contenidos en las giras de la compañía que lamentablemente no han podido sacudirse los arreos comunistas son China y Cuba. “10 Day Cuba Rediscovered” se titula el recorrido por la Isla en una suerte de segunda llegada de Cristóbal Colón.

Los viajes parten de Miami. Hay noches reservadas en La Habana, Camagüey y Trinidad. Se incluyen 22 comidas en total: nueve desayunos, ocho almuerzos y cinco cenas.

Esta operación forma parte de los intercambios culturales y encuentros de “persona a persona”, autorizados por el Gobierno de Estados Unidos y, presuntamente, por los órganos de la Seguridad del Estado del régimen cubano. Contienen “discusiones”, según el catálogo, con vecinos, artistas, músicos y “más”.

La descripción de las atracciones que disfrutarán los turistas en la Isla sojuzgada por una añeja e inoperante dictadura, se aparta de la norma añorada tradicionalmente por los viajeros libres del mundo. 

Se enseña el baile de varios ritmos con un entrenador privado y hay visita a la legendaria residencia de Ernest Hemingway en Finca Vigía. Son impartidas clases de cocina y de cómo preparar mojitos, entre otras “degustaciones” interactivas.

“En la histórica bahía de Cochinos”, explica el folleto, “se aprenden algunos hechos interesantes sobre la invasión”. El diferendo Cuba-Estados Unidos es abordado durante una charla política. También se incluyen visitas a múltiples “proyectos con jóvenes y ancianos”.

La gira tiene un precio de 4.699 dólares (USD) por persona y no queda claro cuáles son los requerimientos para cubanos nacionalizados estadounidenses, quienes son obligados por el régimen a pagar trámites como si fueran extranjeros, para viajar a su país de nacimiento.



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