Bradley Barcola hace olvidar a Mbappé en el PSG
El Paris Saint-Germain se quedó sin estrellas tras la marcha de Mbappé al Real Madrid. La constelación formada en la capital francesa fue desapareciendo poco a poco, siendo Kylian el último que quedaba. Ahora, con una estrategia completamente diferente y con Luis Enrique a los mandos del proyecto, hay un futbolista que ha cogido los galones necesarios para liderar el ataque: Bradley Barcola. La Torre Eiffel se quedaba sin luz y el extremo francés la ha hecho brillar de nuevo.
Mbappé era la pieza angular sobre la que giraba todo el fútbol del conjunto dirigido por el técnico asturiano. Su ausencia dejaba la duda de quién sería el encargado de asumir ese rol, con candidatos como Dembelé, Asensio o Kolo Muani, pero está siendo Barcola, que ya jugó muy bien la temporada pasada, el que está liderando al PSG. Sus números son muy buenos en este primer tercio, llegando a superar incluso los de Kylian.
Son futbolistas diferentes, siendo Bradley un extremo más puro, un regateador clásico y Mbappé algo más completo, pudiendo jugar como delantero centro. Sin embargo, pese a que el papel de goleador no se le presuponía al ex del Olympique de Lyon, está viendo portería con muchísima facilidad, convirtiéndose en el máximo anotador de su equipo y de la Ligue 1. Su reciente doblete ante el Angers evidencia la explosión de este jugador, que a sus 22 años parece preparado para ser el faro que guíe el proyecto parisino.
Son 10 goles y 2 asistencias en los 11 encuentros que ha disputado. 1,20 tantos por cada 90 minutos, por encima de los 1,13 que estableció el actual jugador del Real Madrid la pasada temporada. Cifras que se distancian más todavía quitándole los penaltis a ‘KM9’. Además, con menos tiros y con un mayor porcentaje de acierto a puerta. Todo ello sin ser un goleador como tal y jugando más alejado del área.
Otro aspecto muy importante es el trabajo defensivo que tanto valora Luis Enrique donde la aportación de Bradley, siendo menor que la del año pasado, sigue siendo muy superior a la de Kylian. Una enorme diferencia tanto en entradas, como robos, bloqueos y despejes que evidencian ese esfuerzo que hace el extremo hacia atrás y que le costaba un poco más al ex del Mónaco.
Ni antes era malo, ni ahora es el mejor jugador del mundo
El técnico del Paris Saint-Germain avisaba en septiembre sobre la situación del futbolista: «Ni antes era malo cuando falló dos o tres ocasiones, ni ahora es el mejor jugador del mundo». Sin embargo, parece complicado que los aficionados ‘parisiens’ no se ilusionen con él.
Líder de la nueva generación en Francia
Hay Mbappé para rato en Francia y probablemente será el que capitanee al equipo galo en los próximos grandes torneos, pero sus últimas ausencias en las convocatorias hacen que sean los jóvenes los que tengan que dar un paso al frente. Entre ellos aparece Barcola, que no tuvo demasiada participación en la Eurocopa, pero que ahora sí tiene peso dentro del núcleo de Deschamps.
A la ausencia de Kylian se le ha sumado el paso al costado de Griezmann. Todo ello hace que Bradley, junto con gente como Olise o Zaïre-Emery tengan que ser los que comanden a la selección gala, por lo menos en esta Nations League. Otros como Dembelé, por ejemplo, no han asumido los galones que se esperaba que tuvieran a estas alturas, pero Barcola parece asumir esa presión con mucho gusto.
De ser un revulsivo a ser una figura a tener muy en cuenta. De un extremo regateador a empezar a sumar cifras. De ser un segunda espada a la sombra de Mbappé a liderar al PSG y a la selección francesa. Una evolución que pocos se esperaban y que demuestran que este futbolista no tiene techo. En el Parque de los Príncipes lloraban la salida de su estrella, sin darse cuenta de que tenían una en casa esperando a brillar con luz propia.