Castilla y León impulsa con 122 millones de euros el comercio minorista y rural
La Junta impulsa la Estrategia de Comercio Minorista y Rural de Castilla y León 2024-2027, que cuenta con 61 medidas distribuidas en seis ejes y una inversión de más de 122 millones, con el objetivo de dar respuesta a los «numerosos retos» que afronta el pequeño comercio de proximidad a través de la protección y el fortalecimiento de este ámbito, lo que permitirá «revitalizar» un sector estratégico para la comunidad tanto desde el punto vista económico como social.
Precisamente, la consejera de Industria, Comercio y Empleo, Leticia García, ha detallado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno que esta estrategia define, planifica y coordina todas las actuaciones con impacto en el sector comercial y su elaboración responde al resultado de la colaboración de distintas consejerías.
Este plan contiene 61 medidas y seis ejes que implican un presupuesto global que supera los 122 millones durante el periodo de vigencia hasta el 2027, se ha elaborado con la colaboración del propio sector comercial y contiene un análisis «riguroso» del ámbito en el que se recogen los principales retos que afronta el comercio minorista y rural.
La titular de Industria también ha remarcado que el comercio es un motor económico y social de «primer orden» en Castilla y León y tiene una «función decisiva» en el ámbito del empleo, el asentamiento de la población y en el desarrollo rural, informa Ep.
«Pero en este momento se enfrenta a importantes retos y a esos retos pretende dar respuesta esta estrategia a través de proteger y fortalecer el sector comercial», ha analizado la consejera, al tiempo que ha detallado que el documento ha partido de un análisis «riguroso» del sector en el que se recogen los principales problemas que arrastra el comercio minorista de proximidad, tales como la «atomización, escasa cultura empresarial, débil capacidad financiera, falta de relevo generacional y resistencia al cambio».
A juicio de la consejera, estos son «problemas que se agravan» como consecuencia de los nuevos hábitos de consumo y las situaciones coyunturales que reducen la capacidad de gasto y que afectan en mayor medida al medio rural, donde existen 939 municipios sin comercios físicos y 556 con tan solo uno o dos negocios dedicados a la actividad comercial.
Dentro de la hoja de ruta de la estrategia se incluye la monitorización permanente del sector para obtener datos del impacto de las medidas que se emprendan y definir mecanismos que detecten novedades e iniciativas que ayuden a regenerar y optimizar el sector del comercio. Igualmente se recoge una declaración institucional sobre el carácter estratégico y esencial.
En esta declaración, ha profundizado la titular de Industria, se reconoce al comercio como motor económico y de generación de empleo; se determina su capacidad como factor de cohesión social contribuyendo a fijar población, a favorecer el desarrollo rural, a mejorar la calidad de vida del entorno, a fomentar las relaciones sociales y a mantener la identidad y las tradiciones. Además, se reconoce su capacidad de innovación, adaptación y sostenibilidad ambiental. De la misma forma, el entramado que diseña la estrategia para coordinar y orientar todas las actuaciones de la Junta de Castilla y León para impulsar al comercio de la Comunidad se articula en torno a seis ejes.
Principales ejes
En el primer eje de ‘Protección del comercio minorista’ se incluyen medidas de carácter horizontal que buscan establecer un marco jurídico e institucional destinado a la protección del comercio minorista. En este sentido, se prevé, por un lado, la revisión de los instrumentos jurídicos de la ordenación del sector, por otro, la coordinación de las actuaciones que en esta materia se llevan a cabo desde las distintas instituciones, incluyendo un fortalecimiento y ampliación de funciones de la Red de Agentes de Comercio Interior, con el fin de que actúen en la dinamización y apoyo al comercio desde el territorio. En este eje se prevé una inversión de 7,6 millones.
El segundo eje, de ‘Formación y cultura comercial’, cuenta con un presupuesto cercano a los 12,6 millones e incluye la actualización permanente de la base de datos y la monitorización de las medidas de apoyo. Además, se insertan actuaciones destinadas tanto a la toma de conciencia sobre la importancia del sector por parte del conjunto de la sociedad como actuaciones destinadas a la mayor profesionalización del capital humano que opera dentro del sector.
En el ámbito de la sensibilización, están previstas, entre otras, campañas de promoción, medidas de apoyo para mejorar la imagen del sector, la instauración de un día dedicado al pequeño comercio de proximidad o la celebración de congresos anuales que permitan analizar la situación del sector y darle una mayor visibilidad.
El tercer eje que aborda la ‘Modernización, digitalización e innovación del comercio minorista’ recoge aquellas medidas destinas a impulsar la modernización y mejora de la gestión de establecimientos comerciales y sus servicios de proximidad, con un apoyo firme al comercio físico, y, en paralelo, medidas de apoyo a la incorporación de nuevas tecnologías que permitan la digitalización de los sistemas de gestión y comercialización.
Se contemplan ayudas económicas destinadas fundamentalmente a las pymes para esos procesos de modernización, así como incentivos para proyectos de I+D+i que contribuyan a la dinamización del sector. El presupuesto destinado a estas líneas supera los 15 millones de euros.
El cuarto eje de ‘Fomento de la demanda del comercio minorista de proximidad’ contempla aquellas actuaciones que pretenden una reactivación de la demanda comercial y propician una mejora del entorno, ya sea rural o urbano, con el fin de promover medidas que favorezcan el consumo y permitan al comercio minorista de proximidad disponer de un contexto favorable para el desarrollo de su actividad.
Partida para el comercio rural
El quinto eje de ‘Impulso del emprendimiento comercial’, cuyo presupuesto previsto es de 7,2 millones, se centra en expresar y desarrollar todas aquellas actuaciones que persigan la renovación del tejido comercial, en las que se favorezca el emprendimiento, otorgando un importante protagonismo al relevo generacional.
Por último, el sexto eje de ‘Plan específico de apoyo al comercio rural’ contempla el desarrollo de un plan específico de apoyo al comercio rural, con un presupuesto de más de 22,7 millones de euros, y que tiene como objetivo último frenar la pérdida de actividad comercial en el medio rural.
El análisis de los datos ha corroborado el declive de la actividad comercial en el medio rural, un declive muy vinculado a la evolución demográfica y que tienen mucha menor incidencia en las cabeceras de comarca, zonas turísticas y entornos de grandes núcleos de población.