China desclasifica sus dos proyectos «secretos»: dos satélites que lo ven todo
China confirmó la existencia de dos satélites «secretos» con capacidades avanzadas de monitoreo basadas en tecnología láser y de radiación de microondas. El primero es un sistema que equipa una cámara capaz de ver rostros humanos en superresolución desde la órbita baja de la Tierra. El segundo es el primer satélite de radar en órbita alta, lo que otorga a China una visión permanente de lo que ocurre en la región Asia-Pacífico.
Las autoridades aseguraron que ahora poseen la cámara «espía» más potente (de las que son conocidas), mientras que presumen de un novedoso sistema de monitoreo regional en órbita sincrónica. Según fuentes del portal South China Morning Post (SCMP), la repentina desclasificación de tecnología intenta demostrar que el país posee ventajas en «la guerra mundial electrónica».
Ambos satélites operan bajo un sistema que combina las capacidades de la tecnología LiDAR con los radares de apertura sintética (SAL). Los equipos con tecnología LiDAR usan pulsos de luz láser para medir distancias y crear mapas tridimensionales de escenarios con precisión. Actualmente, esta técnica se aprovecha, por ejemplo, para cartografiar ciudades que han desaparecido con el tiempo. Por su parte, los radares de apertura sintética emiten pulsos de microondas y captan los «ecos» reflejados desde la superficie. Generalmente, estos sistemas se instalan en aviones con objetivos científicos.
La cámara espía contra satélites militares
Miembros del Instituto de Investigación de Información Aeroespacial, de la Academia de Ciencias de China, publicaron los resultados de su satélite LiDAR SAL en la revista Chinese Journal of Laser. Sus pruebas permitieron crear imágenes de 10 metros con una resolución de milímetros a partir de una distancia de 100 kilómetros.
«Esta es la imagen SAL de mayor distancia reportada públicamente en el país y en el extranjero hasta ahora, lo que marca una mejora significativa en el nivel de madurez técnica de este campo en China», menciona el reporte.
Las capacidades del instrumento permiten diferenciar detalles tan pequeños como 2 milímetros aproximadamente desde la órbita baja de la Tierra. Los científicos que hablaron con el SCMP compartieron que el propósito del satélite es estudiar otros satélites militares extranjeros, no revisar personas en tiempo real. «Ya no se trata solo de ver un satélite, sino de leer sus números de serie», citó el medio.
El ojo que lo ve todo
Del segundo satélite hay más información. Desde 2023, el Ludi Tance 4-01 está posicionado a 36,000 kilómetros de la superficie de la Tierra, muy alejado de la exósfera, la última capa de la atmósfera terrestre. Además, orbita a la misma velocidad que el momento angular del planeta. Como resultado, el satélite mantiene una posición fija sobre la región, sin importar la hora del día.
El radar puede distinguir hasta un tercio del mundo a una resolución de 20 metros. Como usa tecnología de microondas y láser, consigue mapear zonas y entender su contexto, aunque las condiciones meteorológicas no sean favorables. De momento, el gobierno de Beijing asegura que su satélite Ludi Tance 4-01 solo se utiliza en desastres naturales y para estudios agrícolas.
Para los investigadores detrás del Ludi Tance 4-01, esta clase de tecnología se ha perseguido desde la Guerra Fría. Estados Unidos tiene varios borradores al respecto. Sin embargo, China es la única que ha hecho público el logro.
Por ahora, China ha confirmado la existencia de dos satélites y aclaró cuál es la tecnología en la que se basan. La única respuesta ante este caso de presunción de poderío espacial ha sido la publicación de la Fuerza Espacial de Estados Unidos sobre su nave espacial militar secreta practicando órbitas pronunciadas.