Científicos consiguen revertir la diabetes tipo 1 con ayuda de células madre
El cuerpo de una paciente con diabetes tipo 1 logró producir su propia insulina tras un trasplante experimental de células madre reprogramadas inyectadas sobre su abdomen. Un año después del procedimiento, la mujer de 25 años afirma poder consumir cualquier alimento sin poner en riesgo su vida. Los detalles del ensayo, realizado por el Instituto de Investigación de Medicina y Trasplantes de Tianjin, China, fueron publicados en la revista científica Cell.
Los pacientes con diabetes tipo 1 no producen insulina porque su cuerpo ataca las células beta del páncreas. Para abordar este problema, los investigadores chinos probaron una solución rara vez utilizada en humanos: insertaron “parches” de células madre transformadas para que el cuerpo recuperara su producción de insulina.
Según el estudio, los científicos reprogramaron las células adultas de la paciente para revertirlas a un estado “primordial”. El tejido del páncreas adquirió un estatus pluripotente, o sea, con la capacidad de transformarse en cualquier tipo de tejido del cuerpo. A partir de ese estado, las células fueron modificadas químicamente para producir islotes pancreáticos tridimensionales (responsables de segregar la hormona en el órgano). Luego inyectaron 1.5 millones de estas estructuras en los músculos abdominales de la mujer.
En espera de efectos adversos sobre los islotes
Bastaron dos meses y una operación de media hora para que la paciente en China pudiera producir suficiente insulina como para vivir libre de inyecciones. Al cabo de un año, no ha presentado efectos secundarios ni un retroceso en la producción de la hormona reguladora del azúcar. Sin embargo, aunque los resultados son positivos, están lejos de ser una cura definitiva.
La diabetes tipo 1 es esencialmente una enfermedad autoinmune. Actualmente, el equipo chino está supervisando que el cuerpo no ataque los nuevos islotes pancreáticos ni los elimine de forma natural. Para que la mujer se considere oficialmente curada, deben pasar al menos cinco años de producción ininterrumpida de insulina sin inmunosupresores. Luego, se deberá replicar el proceso en grupos de control de mayor tamaño. En noviembre de 2024 se cumplirá el primer año del tratamiento y se iniciarán ensayos con hasta 20 pacientes.
Una de las ventajas del prometedor tratamiento para la diabetes tipo 1 es que se usaron las células ya desarrolladas de la paciente. Hasta ahora, la mayoría de los experimentos similares utilizan muestras donadas extraídas de placentas o embriones. Si la medicina logra hacer viable la técnica de regresión pluripotente, el problema de la demanda de islotes pancreáticos disminuirá considerablemente.
La diabetes tipo 1 puede aparecer de manera repentina. Sus síntomas incluyen aumento de la sed, hambre extrema, pérdida de peso inexplicable, fatiga, visión borrosa y cambios de humor. Si el paciente no recibe una dosis de insulina que controle la enfermedad autoinmune, puede presentar complicaciones graves a largo plazo, como daños a los nervios, daño renal, daño ocular y enfermedades cardiovasculares.