Cineasta Lilo Vilaplana lanza campaña de financiamiento para filme sobre las UMAP
MIAMI, Estados Unidos. – El cineasta cubano Lilo Vilaplana lanzó este miércoles una campaña de recaudación de fondos en la plataforma GoFundMe para financiar un largometraje sobre las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP) en Cuba. La iniciativa busca visibilizar uno de los episodios más oscuros de la historia de la Revolución Cubana: los campos de trabajo forzado donde fueron recluidos opositores políticos, religiosos, artistas, personas homosexuales o que simplemente no cumplían con el canon del “hombre nuevo”.
“Las UMAP son uno de los capítulos más condenables y menos conocidos de la historia insular”, señala la descripción del GoFundMe. Vilaplana, director de las cintas Plantados y Plantadas, ambas dedicadas a la represión política en Cuba, sostiene que este nuevo filme será una contribución a la memoria histórica de la nación.
En una publicación en su página de Facebook, el cineasta afirmó que todos los confinados en las UMAP fueron llevados a estos campos de concentración “por diferentes causas” pero que “había un solo motivo: ellos no querían que el comunismo se instalara en la Isla”. En su mensaje también instó a sus seguidores a contribuir con la producción de la película y a compartir la iniciativa.
Un episodio de represión y crueldad
Las Unidades Militares de Ayuda a la Producción fueron creadas por el régimen de Fidel Castro en la década de 1960 como una herramienta de represión y control social. Bajo el pretexto de la reeducación, miles de cubanos fueron obligados a realizar trabajos forzados en condiciones inhumanas.
Según un artículo publicado en CubaNet por el periodista Pedro Corzo, “la dictadura castrista creó y desarrolló instrumentos de represión que podían ser aplicados con diferentes variantes a todos los sectores de la comunidad nacional”. Entre ellos, las UMAP representaron uno de los métodos más sofisticados de represión, cuyo objetivo era eliminar cualquier oposición al régimen.
Miles de jóvenes fueron secuestrados, sacados de sus casas, centros de estudio y seminarios religiosos. Fueron transportados a la fuerza a campos de concentración alambrados y vigilados por militares. “Nunca fueron acusados formalmente y menos juzgados por un tribunal”, escribió Corzo.
Testimonios de las víctimas
Entre los numerosos testimonios sobre los horrores vividos en las UMAP destaca el del cantautor cubano Pablo Milanés, quien fue uno de los confinados en estos campos. En un documental realizado por Juan Pin Vilar, Milanés relató su experiencia: “Juntaron a todos los que consideraban despreciables en un campo de concentración”.
El músico también denunció que las personas eran apresadas arbitrariamente y transportadas en camiones hacia los campos. “Los recogieron a todos, la misma tarde a la misma hora, en camiones, y los llevaron para guetos, se puede decir”, recordó Milanés, agregando que los homosexuales fueron quienes sufrieron las peores condiciones dentro de los campamentos.
El cantautor contó cómo intentó denunciar lo que sucedía en las UMAP a través de una obra de teatro que escribió junto a Ricardo Barbera. Sin embargo, el miedo y la represión los llevaron a destruir el proyecto. “Tenía el síndrome de Estocolmo, y se sentían culpables porque entre otras cosas eso era lo que les decían todos los días: ‘ustedes son culpables, ustedes son árboles que han crecido torcidos’”, relató.
Milanés también narró su fuga de las UMAP y la persecución de la que fue víctima tras su escape. “Cuando me engañaron de aquella manera, que me mandaron un telegrama donde me decían que había sido elegido para el servicio militar y en realidad fui elegido para un campo de concentración. Para un muchacho de 23 años eso fue brutal”, afirmó el artista.