Descubren la identidad de una víctima de canibalismo en la expedición perdida de Franklin
Corría el año 1845 cuando el capitán Sir John Franklin dirigió una expedición de 129 hombres de la Marina Real Británica en dos barcos: Eresbus y Terror, para completar la navegación del famoso Paso del Noroeste; la ruta a través del archipiélago ártico canadiense que habría conectado el océano Atlántico con el Pacífico. En abril de 1848, tras quedar atrapados por el frío hielo del estrecho de Victoria, 105 sobrevivientes abandonaron las tripulaciones, pero resultó un desastre: todos murieron.
Más de un siglo y medio después de la partida de la expedición ártica, un equipo de investigadores canadienses identificó a James Fitzjames, capitán del Erebus. De acuerdo con las pruebas de ADN, los restos presentan indicios de canibalismo. Se teoriza que los marinos optaron por esta práctica en su intento desesperado por sobrevivir al hambre.
Primeros análisis
En un informe hallado en 1859, Fitzjames relataba cómo los barcos Terror y Erebus habían quedado varados por el hielo en el estrecho de Victoria y cómo los supervivientes habían decidido abandonarlos para buscar seguridad a pie. Para 1981, un equipo dirigido por Owen Beattie, profesor de la Universidad de Alberta, en Canadá, comenzó una serie de estudios científicos de las tumbas, cuerpos y otros materiales dejados por la tripulación en las Islas del Rey de Guillermo y en las Islas de Beechey. Se sabe que los hombres de Fitzjames pasaron el invierno de 1845 a 1846 en estas últimas islas, donde tres de ellos murieron y fueron enterrados.