¿Dónde está la nova que iluminaría el cielo en 2024?
Desde que comenzó el año, los entusiastas de la astronomía han estado observando atentamente el firmamento en busca de un nuevo objeto extremadamente brillante: una ‘nova’ en el sistema binario T Coronae Borealis iluminaría el cielo. La NASA informó que el fenómeno ocurre aproximadamente cada 80 años. 2024 debía ser el año en que volvería a brillar. La agencia espacial incluso proporcionó un rango de fechas: entre febrero y septiembre.
Ya hemos llegado al último mes de la estimación de la NASA y aún no hay rastros de la nova T Coronae Borealis. La gente ha perdido la emoción, aunque los astrónomos no están decepcionados ni sorprendidos por la imprecisión. Debido a la extensa periodicidad de esta reacción nuclear, ha habido muy pocas oportunidades para estudiarla a fondo. Hasta ahora, se sabe con certeza dónde aparecerá, pero el momento exacto de su aparición podría tener un desfase de hasta 20 años.
Ed Murphy, profesor de astronomía de la Universidad de Virginia, Estados Unidos, habló sobre la famosa predicción de T Coronae Borealis. Su declaración es una de las primeras sobre la ausencia del fenómeno esperado. En un artículo especial en la web universitaria, profundizó sobre la naturaleza de la nova más famosa de los últimos años y los detalles que llevan a pensar que pronto aparecerá.
El “ciclo” de brillo y atenuación de T Coronae Borealis
Oficialmente, ha habido dos detonaciones de la nova registradas: en 1866 y 1946. En el siglo XIX los instrumentos apenas permitieron identificar el evento como una perturbación en las estrellas. En el siglo XX y con la tecnología más avanzada se registraron detalles del fenómeno. El más significativo de ellos fue una atenuación de la luz un el sistema un año antes de la explosión.
En 2023 el sistema binario de estrellas presentó una atenuación de brillo similar a la que hubo en 1945. Aunque solo habían pasado 78 años desde la última nova, algunos astrónomos estimaron que T Coronae Borealis se preparaba para la siguiente explosión nuclear. Se presentaron pruebas sólidas sobre el brillo pero las investigaciones se basaron casi por completo en la nova de 1946.