viernes, febrero 28, 2025
Economía

Draghi descarta que la UE pueda aplicar medidas comerciales proteccionistas


La integración del mercado único, manteniendo los valores europeos, permitiendo que las empresas crezcan, impulsando la innovación, son algunas de las recetas que apuntaba el exprimer ministro italiano, Mario Draghi, en su informe para aupar la competitividad del bloque comunitario. Pero el expresidente del Banco Central Europeo alerta al bloque comunitario de que no puede poner en marcha medidas proteccionistas por su elevada dependencia comercial y defiende renegociar las normas de la Organización Mundial del Comercio.

«No podemos construir un muro proteccionista. No podemos y no seríamos capaces de hacerlo incluso si quisiéramos, porque nos perjudicaríamos a nosotros mismos», ha indicado el expresidente del Banco Central Europeo en un evento organizado por el think tank Bruegel este lunes en Bruselas. «La economía de la UE es más abierta que ninguna otra. El 50% del PIB proviene del comercio, frente al 37% de China y el 27% de Estados Unidos», ha indicado para contextualizar que el bloque no puede poner en marchas medidas similares a las aplicadas por Washington porque se perjudicaría a sí misma.

En un contexto geopolítico cada vez más tenso, en el que la UE busca romper dependencias en sectores sensibles para evitar tensiones como las vividas con Rusia o como las persistentes tiranteces con China, Draghi ha abogado por «reconstruir el respeto por las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC)». Una prioridad que pasa por «revisitar las normas de la OMC en un marco multilateral adaptado» y en unas condiciones en las que el bloque continúe siendo «fuerte».

«La primera violación de las normas de la OMC se identificó en 2003 y vino por parte del Gobierno chino. Era una gran violación. Nadie dijo nada, ni hizo nada. Era un buen negocio en aquel momento y era positivo ignorarlo», introdujo el italiano. Pero el hecho de que la UE sea la economía «más abierta» también la convierte en la «más vulnerable» a las prácticas que socaven la «igualdad de condiciones» en el comercio internacional.

Los países de la UE, a título individual, son demasiado pequeños como para competir con Estados Unidos y China, ha advertido el italiano. Con el foco puesto en el incremento de la productividad, ha defendido que se promueva el crecimiento empresarial, con compañías de escala europeo que participen de «un mercado único integrado».

«La primera línea de defensa» de la UE a juicio del expresidente del BCE radica en el crecimiento e innovación, no tanto en aranceles ni los subsidios. No obstante, reconoce la necesidad de dotar de ayudas al sector de las tecnologías limpias europeo ya que no se encuentra en igualdad de condiciones con China. La dependencia con Pekín, ha recordado, «no se basa solo en el producto final o en las tecnologías sino en las materias primas críticas». Y dada la situación que propició la guerra de Ucrania, es de interés de la UE asegurarse de que no se encuentra en el plano energético «en la situación en la que se encontró hace tres años», ha aseverado en referencia a las tensiones con Moscú.

Telecomunicaciones

En su informe el italiano aboga por favorecer las fusiones empresariales, especialmente en el sector de las telecomunicaciones, donde cuenta 35 grandes operadores y 370 operadores marginales frente a los cuatro y cinco de Estados Unidos y China, respectivamente. Para ello será crucial impulsar la inversión en infraestructuras, en banda ancha y en 5G. «¿Por qué estamos en esta situación? La principal respuesta es la gran fragmentación del espectro y de regulaciones nacionales, que no han sido coordinadas», ha razonado.

Es por ello que ha defendido impulsar las políticas de fusiones empresariales a través de la armonización del espectro y las regulaciones para crear un mercado europeo de telecomunicaciones. «Las fusiones deben ser consideradas en función del consumidor, sin dañar la competencia», ha valorado.

Uno de los mensajes más replicados del análisis de Draghi son esos 800.000 millones de euros anuales de inversión que estima necesarios para impulsar la competitividad del bloque. «Esa cifra es conservadora», ha asegurado, «no incluye la adaptación ni la protección climática». Aunque de actuar rápido se convierte en una parte esencial del plan: «cuanto antes lo hagamos mejor», ha incidido.

El italiano descarta que esta financiación, que supone entre el 4% y el 5% del PIB de la UE provenga de los presupuestos nacionales porque no cuentan con una capacidad fiscal suficiente. Sí podría provenir del presupuesto europeo, aunque actualmente supone el 1% del PIB comunitario. Y la improbable tesitura, Draghi se inclina por la emisión de eurobonos.

Parte de las ayudas que se dispongan para atravesar esta transición a las energías limpias debe ir a parar a las industrias intensivas en energía: la química, del acero, del aluminio y cementera. «Están en todas las partes de la economía, incluso en la línea de producción. Es un bien de la industria de defensa», ha analizado el italiano. Si bien algunos de estos materiales pueden ser importados, Draghi considera que estas industrias deben estar localizadas en nuestro continente y deben contar con apoyo económico para contribuir a su descarbonización.

WhatsAppTwitterTwitterLinkedinBeloudBeloud





Source link

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *