Dueño del «Costco cubano» supera las dos semanas en huelga de hambre en prisión
MADRID, España.- El empresario cubanoamericano Frank Cuspinera Medina, fundador del supermercado Diplomarket —popularmente conocido como el “Costco cubano”—, lleva más de dos semanas en huelga de hambre en la prisión Combinado del Este, en La Habana.
Cuspinera, de 48 años, fue arrestado el 20 de junio de 2024 y enfrenta cargos por evasión fiscal, tráfico de divisas y lavado de activos, en un proceso que su familia y allegados consideran manipulado y sin garantías jurídicas. La huelga comenzó el 1 de junio de 2025 como medida de protesta, y aunque en los últimos días ha aceptado beber agua, continúa negándose a ingerir alimentos.


El empresario padece diabetes e hipertensión, condiciones que agravan su estado de salud tras más de 15 días sin comer. Según fuentes cercanas, ha perdido peso de forma alarmante y su situación médica es cada vez más preocupante. “Está muy mal, pero convencido de seguir hasta que se haga justicia”, declaró una persona allegada bajo condición de anonimato a 14yMedio.
En una carta escrita desde prisión el pasado 21 de mayo, Cuspinera solicitó el apoyo de organismos internacionales de derechos humanos y del Departamento de Estado de Estados Unidos, reclamando garantías procesales, respeto a su integridad y la devolución de sus bienes. Denunció además que su detención se produjo sin auditoría previa y que el caso responde a un intento por confiscar sus propiedades y paralizar sus negocios.
Su esposa, Camila Castro, fue llamada a participar en una “dinámica familiar” en prisión para disuadirlo de su protesta. Sin embargo, las autoridades no le permitieron verlo, limitándose a una breve llamada telefónica, lo que ha aumentado la preocupación de la familia.
El cierre de Diplomarket
Diplomarket había abierto sus puertas en diciembre de 2022, dentro de la zona franca de Berroa, en el este de La Habana. El establecimiento se convirtió rápidamente en uno de los supermercados más populares entre los habaneros, por su oferta de productos importados desde Estados Unidos —incluidas marcas como Kirkland y Goya— y la posibilidad de pagar en diversas monedas, incluyendo CUP, dólares, euros y tarjetas de crédito internacionales. La tienda operaba bajo la empresa estadounidense Las Américas TCC Corporation, de la cual Cuspinera es vicepresidente.
La intervención militar del supermercado fue ejecutada con un fuerte despliegue policial. Las autoridades alegaron delitos como evasión fiscal, tráfico de divisas y lavado de activos, aunque desde entonces no se ha presentado públicamente evidencia alguna. Diversas denuncias apuntan a que los bienes decomisados fueron redistribuidos entre figuras de alto rango del régimen, mientras que Cuspinera fue recluido sin acceso a representación legal independiente.