martes, marzo 4, 2025
Ciencia y Salud

El agujero negro supermasivo de la Vía Láctea es el resultado de la fusión de otros dos, propone un nuevo estudio


El agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea podría ser el resultado de la fusión de dos agujeros negros más pequeños. Un reciente estudio de astrofísicos de la Universidad de Nevada (UNLV), Estados Unidos, presenta evidencia de una probable unión de agujeros negros que ocurrió cuando la galaxia comenzaba a tomar su forma actual.

Sagitario A* (Sgr A*) se encuentra a 27 mil años luz de la Tierra y tiene una masa 4.3 millones de veces mayor que la del Sol. Aunque su existencia ya era conocida, no fue hasta la consolidación de herramientas como el Event Horizon Telescope (EHT) en 2022 que se logró “fotografiar” el agujero negro en el centro de la galaxia. Desde entonces, la ciencia ha estudiado detenidamente el comportamiento de esta estructura gravitacional.

Polarización de la luz en en Sagitario A

La última foto al agujero negro supermasivo de la Vía Láctea.

EHT

Otros campos de la astronomía han avanzado en paralelo a la visualización de agujeros negros. La medición y mapeo de estrellas permitió inferir que la Vía Láctea es el resultado de la colisión de al menos dos galaxias menores. Dentro de ella, algunos bloques fundamentales conservan las características de los cúmulos de estrellas originales.

Los investigadores de la UNLV tomaron en cuenta toda esta información para desarrollar una hipótesis sobre el origen de Sgr A*. Si la Vía Láctea es el resultado de la colisión de dos galaxias, entonces es probable que los agujeros negros supermasivos de ambos cuerpos chocaron entre sí para formar el actual fenómeno gravitacional que podemos observar con el EHT.

Un agujero negro supermasivo que gira raro

Las últimas imágenes del agujero negro supermasivo de la Vía Láctea parecen servir como evidencia del choque. Los astrofísicos Yihan Wang y Bing Zhang afirman que Sgr A* tiene un giro y un grado de inclinación peculiares que contrastan con los de la propia galaxia. Estas características no deberían presentarse si el objeto gravitacional se hubiera formado a partir de la acumulación de materia en el centro.

El equipo de la UNLV analizó diversos modelos de crecimiento para entender la rápida rotación y la desalineación de Sgr A* respecto al momento angular de la Vía Láctea. En supercomputadoras, simularon diferentes escenarios hasta encontrar las condiciones apropiadas para explicar el comportamiento actual del agujero negro supermasivo. Descubrieron que el choque entre los objetos debió tener una relación de masas de 4:1 y una configuración orbital muy inclinada. Los resultados se detallan en un artículo de la revista Nature Astronomy.



“Esta fusión probablemente ocurrió hace unos 9 mil millones de años, después de la fusión de la Vía Láctea con la galaxia Gaia-Encélado. El evento no solo proporciona evidencia de la teoría de la fusión jerárquica de agujeros negros, sino que también brinda información sobre la historia dinámica de nuestra galaxia”, afirmó Bing Zhang en un comunicado de la UNLV.

Existen otros agujeros negros supermasivos más grandes que Sagitario A*. La galaxia de Andrómeda, la más cercana a la Vía Láctea, posee una estructura gravitacional en su centro de aproximadamente 100 millones de masas solares. La NASA emitió recientemente un video comparativo que destaca los 10 agujeros negros más grandes localizados hasta el momento.



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