El amor de Garbiñe Muguruza y Arthur Borges: de Central Park a su romántica boda en Marbella
La tenista española
Garbiñe Muguruza
anunciaba el pasado mes de abril su retirada de las pistas. «Ha llegado el momento de despedirme. Ha sido una carrera larga, preciosa, llena de momentos. Pero siento que ha sido el momento de
abrir un nuevo capítulo
, una nueva era. Tengo 30 años y me siento joven«, aseguraba entonces. Y en ese nuevo capítulo ha jugado un papel muy importante el que ya es su marido, el
modelo y empresario de origen finlandés Arthur Borges.
La improbable historia de amor entre Arthur y la jugadora nacida en Caracas, que alcanzó el número uno del mundo en 2017 y ha sumado diez títulos en su carrera, entre ellos Roland Garros y Wimbledon,
es de auténtica película. Todo comenzó cuando Garbiñe se encontraba en Nueva York para disputar el US Open y decidió dar una vuelta por Central Park. Ella misma la relataba a la revista ‘¡Hola!’ de esta manera.
«En una de las calles me lo cruzo y de repente él se gira y me dice ‘buena suerte en el US Open’. Me quedé pensando, ‘¡qué chico tan guapo¡’, y a partir de ahí conectamos y nos íbamos todos los días a dar una vuelta por Central Park. Fue realmente un flechazo a primera vista, porque desde el primer momento tuvimos una atracción», explicaba la deportista. «Me pidió una foto y ahora
tenemos la foto del momento exacto en que nos conocimos enmarcada», añadía para rizar el rizo de un instante inolvidable.
Después de que ambos decidieran
mudarse juntos a la ciudad suiza de Ginebra, dos años después se producía la tradicional pedida de mano en Marbella y ella, entre lágrimas, según su propia confesión, le decía «sí» a su enamorado. Entonces apostaron por casarse en el verano de 2024, en un sitio con calor y cerca de la playa.
Todos los detalles de la boda de Garbiñe Muguruza y Arthur Borges
Apenas por unos días no pudo cumplir la feliz pareja sus tres deseos, ya que su «sí, quiero» se producía el pasado fin de semana, apenas comenzado el otoño. Para la ceremonia optaban de nuevo por Marbella, un sitio muy especial para Garbiñe y Arthur. El enlace tuvo lugar concretamente en
la finca La Concepción, un escenario ideal para una boda de ensueño que fusiona historia y naturaleza, con su espectacular jardín botánico. Como curiosidad, fue el mismo sitio que eligieron para su boda en 2019
Feliciano López y Sandra Gago
.
Aunque los novios no compartieron imágenes de su boda íntima en sus redes sociales, el diario ‘ABC’ desvela que el enlace fue toda una
«celebración de culturas, reflejando las raíces multiculturales» de los contrayentes. Por un lado hubo detalles venezolanos, ya que la madre de la extenista nació en este país sudamericano, pero también hubo guiños a la ascendencia finesa del novio.
En cuanto a los looks nupciales, Garbiñe Muguruza apostó en su gran día por
dos vestidos diseñados por Pronovias. Para la ceremonia, eligió un diseño clásico y elegante. Más tarde, en la fiesta, donde no faltaron los ritmos latinos, eligió uno más cómodo y brillante, inspirado en los años 20 del siglo pasado.
Planes de futuro: ¿ampliar la familia?
Garbiñe ha destacado en el pasado del que es ya su flamante nuevo marido que lo que más le gusta de él es
su paciencia y que tenga un gran sentido del humor, además de que sea «atlético y deportista». También le da mucho valor a la gran conexión que tuvieron desde el primer momento. Y, por qué no, al hecho de que sea «guapísimo», que tampoco estorba.
Nacido en las islas Canarias, cuando Arthur conoció a se conocieron trabajaba como director ejecutivo de la firma Tom Ford en Estados Unidos. Es licenciado en Administración de Empresas, políglota, aficionado al tenis y al hockey sobre hielo y antes de casarse por segunda vez, pasó por el altar previamente en 2018 con la
patinadora artística finlandesa Kiira Korpi.
Y ahora que la venezolana ha colgado la raqueta,
reconoce que tener hijos entra en sus planes, pero con matices. Hablando con la revista ‘Hola!’ cuando todavía no había anunciado que dejaba el tenis, aseguraba que «me impresiona la dificultad que es tener hijos y competir, yo no sé si sería capaz, también porque el cuerpo cambia mucho. Quiero pensar que el día que decida tener familia será un nuevo capítulo en mi vida, pero sí, me encantaría».