El arroyo Sarandí que atraviesa Buenos Aires se tiñe de rojo. Esto es lo que sabemos
Un rojo vivo nunca visto: éste es el color de las aguas del arroyo Sarandí de Buenos Aires, que discurre por el barrio de Avellaneda, en los suburbios del sudeste de la capital argentina.
El canal desemboca en el Río de la Plata, bahía fronteriza entre Argentina y Uruguay, y se genera por la confluencia de dos ríos, el Uruguay y el Paraná, que desembocan en el océano Atlántico. Desde el jueves 6 de febrero, el Sarandí se tiño de rojo, haciendo temer altos niveles de contaminación. Según algunos medios de comunicación locales, el color anormal del agua podría deberse al vertido de tintes textiles o contaminantes químicos procedentes de las curtidurías de la zona. De hecho, los habitantes de Avellaneda se han quejado en repetidas ocasiones de que muchas fábricas vierten residuos tóxicos en el canal, que atraviesa una zona de plantas industriales que procesan cuero y textiles.
El municipio de Avellaneda confirmó al diario La Nación que había tomado una muestra de agua y presentado una denuncia ante la Autoridad del Agua, dependiente del Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos de Buenos Aires, encargada de investigar el origen de las sustancias dentro del canal. Sin embargo, las autoridades sospechan que el color fue causado por la anilina, un compuesto químico utilizado como colorante en el sector textil. El gobierno ha indicado que, una vez finalizado el análisis del agua, realizará también algunos controles en las empresas de los alrededores.
Qué es la anilina
La anilina es una sustancia química líquida, aceitosa e incolora, que puede oscurecerse con el tiempo, compuesta de carbono, hidrógeno y nitrógeno.
Se usa principalmente en la industria para producir colorantes sintéticos para textiles, plásticos y papel, y se emplea en la síntesis de ciertos fármacos y en la fabricación de materiales como el poliuretano, que se utiliza para producir caucho y plásticos. Se obtiene industrialmente a partir del nitrobenceno y también mediante otros procesos, y también se usa ampliamente en la preparación de resinas, perfumes, explosivos, disolventes, pinturas y como intermedio para la fabricación de tintas de impresión en la llamada ‘impresión con anilina’.
Sin embargo, la anilina es una sustancia tóxica y puede ser peligrosa si se inhala, ingiere o absorbe por contacto con la piel.