El confinamiento por covid-19 envejeció prematuramente el cerebro de los adolescentes
Los confinamientos por la pandemia de covid-19 fue una experiencia que dejó huella en muchos de nosotros, en diversos grados y de muchas maneras. Así lo han confirmado investigadores de la Universidad de Washington, Seattle, en Estados Unidos, quienes se centraron en el cerebro de los adolescentes. Según su análisis, las adolescentes que sufrieron restricciones sociales también experimentaron un envejecimiento cerebral más rápido que los niños. Los detalles de su estudio, el primero que detecta diferencias de género tan marcadas, se publican en la revista Actas de la Academia Nacional de Ciencias.
A las niñas les fue peor
Aunque las resonancias magnéticas evidenciaron un envejecimiento cerebral precoz tanto en niños como en niñas, los investigadores descubrieron que los cerebros de las niñas parecían de media 4.2 años más viejos de lo esperado tras el encierro, frente a 1.4 años más viejos que los de los niños. Sin embargo, aún no está claro si los cambios recién observados tienen algún efecto negativo, aunque los investigadores plantearon la preocupación de que pudieran afectar a la salud mental. «Nos sorprendieron estos datos, que la diferencia fuera tan drástica», expresa Patricia Kuhl, una de las autoras del estudio.
El estudio fue así
Para estudiar el envejecimiento cerebral, los investigadores analizaron en 2018 las resonancias magnéticas de 160 niños de entre 9 y 17 años y luego las utilizaron para elaborar un modelo de la normalidad con la que la corteza cerebral se adelgaza con el paso de los años. Cierto grado de adelgazamiento cortical, como explican los autores, es natural y es una etapa importante de la maduración y especialización del cerebro en la adolescencia. A continuación, el equipo volvió a visitar al mismo grupo de chicos en 2021 y 2022, tras el cierre de la pandemia de covid, y recogió imágenes de resonancia magnética adicionales de los que tenían entre 12 y 16 años. En comparación con el desarrollo cerebral previo a la pandemia, estos últimos escáneres mostraron signos de adelgazamiento cortical acelerado.
Las diferencias entre niños y niñas
Los datos mostraron que en ambos sexos había signos de envejecimiento más rápido en una región del cerebro relacionada con la visión, que puede influir en el procesamiento de las caras. Sin embargo, en las niñas, los cambios cerebrales también eran generalizados en otras áreas cruciales para comunicación como las responsables del procesamiento de las emociones, la interpretación de las expresiones faciales y la comprensión del lenguaje. La diferencia entre ambos sexos, según la hipótesis de los investigadores, podría explicarse por el hecho de que las chicas suelen tener más interacciones sociales. «Las chicas charlan y comparten sus emociones», explica Kuhl. «Son mucho más dependientes (que los chicos) de la interacción social para su bienestar y su sano desarrollo neuronal, físico y emocional».
La fragilidad de la adolescencia
Aunque se necesitan más estudios para comprender si el envejecimiento cerebral afecta al rendimiento cognitivo, la experta subraya que los resultados del nuevo estudio deben interpretarse como un «recordatorio de la fragilidad de los adolescentes» y aconseja a los padres que hablen con sus hijos sobre sus experiencias con la pandemia. «Es importante que inviten a sus hijos adolescentes a tomar café, té, dar un paseo, lo que sea necesario para que se abran», concluye Kuhl . «Es importante reconocer que, aunque la pandemia haya pasado en gran parte, los efectos del estrés siguen presentes en niños y adolescentes», explica a The Guardian Ian Gotlib, profesor de psicología de la Universidad de Stanford. Asegurarse de que los jóvenes reciben apoyo en materia de salud mental es fundamental, quizá ahora más que nunca».
Artículo originalmente publicado en WIRED Italia. Adaptado por Alondra Flores.