El décimo aniversario de Ayotzinapa en México, la marcha en vivo | La ONU reconoce “la dignidad inquebrantable de las familias de los normalistas”
El subcomandante Moisés, del EZLN, a los familiares de los 43: “Nosotros, los pueblos zapatistas, creemos que tenemos en común con ustedes este sentimiento que sólo se encuentra en el corazón de quienes luchan”
El subcomandante Moisés, líder del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), ha publicado una carta dedicada a los familiares de los 43: “Sabemos que no ha sido fácil llegar hasta esta hoja del calendario. Sabemos del dolor y la rabia de entender ahora que, no importa el color, allá arriba siguen el desprecio y la mentira. Sabemos que no sólo ha sido la esperanza de encontrar a quienes les faltan, lo que les ha movido. Porque en estos años su dolor se ha extendido a los kilómetros de familiares de las personas desaparecidas en este país. Y cada madre, cada padre, familiar, amistad, ha profundizado ese dolor hasta llegar a su lecho de rabia que busca y no encuentra. Ni verdad ni justicia. Ni la más mínima empatía de quien tiene el Poder sólo para alardear y presumir, más no para servir y resolver. El verdugo pretendiendo presentarse como víctima. En este largo caminar se han encontrado con traiciones, con quienes sólo usaron su dolor para tener un cargo, una causa para cambiar de color en el gobierno, o, los más miserables, una paga. Y en los malos gobiernos sigue la mirada del cazador buscando a su próxima víctima”.
El EZLN, muy crítico con el Gobierno mexicano, ha cargado habitualmente contra el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, así como las Administraciones anteriores. “Nosotros, los pueblos zapatistas, creemos que tenemos en común con ustedes este sentimiento que sólo se encuentra en el corazón de quienes luchan… Porque llegará el día en que las figuras de quienes buscan sin descanso a quienes les hacen falta, de los padres y las madres de los ausentes de Ayotzinapa, de sus condiscípulos, de sus maestros, de sus familiares y amistades, se asocien a dos palabras cuya ausencia real padece ahora esta geografía: verdad y justicia. Y porque llegará el día en que ser estudiante, hombre o mujer, de una normal rural o de lo que sea, empleado, trabajador, adulto o anciano, sin sea motivo de persecución, de desprecio, de desaparición, de muerte. Pero para que ese día llegue, hay que seguir. Si no podemos heredar aún esa Verdad y esa Justicia a quienes nos siguen en calendarios y geografías, sí podemos heredarles la rabia, la memoria y la dignidad necesarias para no rendirse, no venderse y no claudicar. Si no lo logramos, siempre habrá una noche de Iguala acechando a los de abajo, a su sangre joven, y siempre serán culpables de rebeldía. Si no hay Verdad ni Justicia, que no falten la rabia y la memoria”.