El equipo de transición de Trump planea una reversión radical de las políticas de emisiones y vehículos eléctricos de Biden
Un Chevrolet Bolt EV está estacionado en una estación de carga en Stewart Chevrolet el 25 de abril de 2023 en Colma, California.
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Presidente entrante de EE. UU. Donald Trump El equipo de transición recomienda cambios radicales para cortar el apoyo a los vehículos eléctricos y las estaciones de carga y fortalecer las medidas que bloquean los automóviles, componentes y materiales de baterías de China, según un documento visto por Reuters.
Las recomendaciones, que no se han informado anteriormente, se producen en un momento en que la transición de los vehículos eléctricos en EE. UU. se estanca y la industria de vehículos eléctricos de China, fuertemente subsidiada, continúa aumentando, en parte debido a su superior cadena de suministro de baterías. Durante la campaña electoral, Trump prometió flexibilizar las regulaciones sobre los automóviles que funcionan con combustibles fósiles y hacer retroceder lo que llamó presidente. Joe Biden Mandato de vehículos eléctricos.
El equipo de transición también recomienda imponer aranceles a todos los materiales de baterías a nivel mundial, en un intento por impulsar la producción estadounidense, y luego negociar exenciones individuales con los aliados, según muestra el documento.
En conjunto, las recomendaciones suponen un marcado alejamiento de la política de la administración Biden, que buscaba equilibrar el fomento de una cadena de suministro de baterías nacional, separada de China, con una rápida transición a los vehículos eléctricos. El plan del equipo de transición redirigiría el dinero que ahora fluye hacia la construcción de estaciones de carga y hacer que los vehículos eléctricos sean asequibles hacia las prioridades de defensa nacional, incluido asegurar el suministro de baterías y los minerales críticos para construirlas sin necesidad de China.
Las propuestas provinieron de un equipo de transición de Trump encargado de diseñar una estrategia para una rápida implementación de nuevas políticas automotrices. El equipo también pide eliminar el crédito fiscal de 7.500 dólares de la administración Biden para las compras de vehículos eléctricos por parte de los consumidores, un plan que Reuters informó por primera vez el mes pasado. Las políticas podrían asestar un duro golpe a las ventas y producción de vehículos eléctricos en Estados Unidos en un momento en que muchos fabricantes de automóviles tradicionales, incluidos General Motors y Hyundai, han introducido recientemente una gama más amplia de ofertas eléctricas en el mercado estadounidense.
Recortar el apoyo gubernamental a los vehículos eléctricos también podría perjudicar las ventas de Tesla de Elon Musk, el vendedor dominante de vehículos eléctricos en Estados Unidos. Pero Musk, que gastó más de 250 millones de dólares para ayudar a elegir a Trump, ha dicho que perder los subsidios perjudicaría a sus rivales más que a Tesla.
El equipo de transición pide recuperar los fondos restantes del plan de Biden de 7.500 millones de dólares para construir estaciones de carga y transferir el dinero al procesamiento de minerales de baterías y a la «cadena de suministro de defensa nacional e infraestructura crítica».
Si bien las baterías, los minerales y otros componentes de los vehículos eléctricos son «críticos para la producción de defensa», los vehículos eléctricos «y las estaciones de carga no lo son», dice el documento.
En los últimos años, el Departamento de Defensa ha puesto de relieve las vulnerabilidades estratégicas de Estados Unidos debido al dominio de China en la extracción y refinación de minerales críticos, incluidos el grafito y el litio, necesarios para las baterías y los metales de tierras raras utilizados tanto en motores de vehículos eléctricos como en aviones militares.
Un informe del gobierno de 2021 dijo que el ejército estadounidense enfrenta «necesidades de energía cada vez mayores» para armas y equipos de comunicación, entre otras tecnologías. «Las fuentes seguras de minerales y materiales críticos» son «críticos para la seguridad nacional de Estados Unidos», según el informe.
La portavoz de transición de Trump, Karoline Leavitt, dijo que los votantes le dieron a Trump el mandato de cumplir sus promesas de campaña, incluido detener los ataques del gobierno a los automóviles propulsados por gasolina.
«Cuando asuma el cargo, el presidente Trump apoyará a la industria automotriz, dejando espacio tanto para los autos propulsados por gasolina como para los vehículos eléctricos», dijo Leavitt en un comunicado.
Permitir una mayor contaminación del tubo de escape
Los fabricantes de automóviles a nivel mundial han estado cambiando hacia los vehículos eléctricos en parte para cumplir con límites gubernamentales más estrictos sobre la contaminación de los tubos de escape, que daña el clima.
Pero las recomendaciones del equipo de transición permitirían a los fabricantes de automóviles producir más vehículos propulsados por gasolina al hacer retroceder las normas de emisiones y economía de combustible defendidas por la administración Biden. El equipo de transición propone volver a cambiar esas regulaciones a los niveles de 2019, lo que permitiría un promedio de aproximadamente un 25% más de emisiones por milla de vehículo que los límites actuales de 2025 y una economía de combustible promedio de alrededor de un 15% menor.
La propuesta también recomienda impedir que California establezca sus propios estándares más estrictos sobre emisiones de vehículos, que más de una docena de otros estados han adoptado. Trump prohibió a California establecer requisitos más estrictos durante su primer mandato, una política que Biden revocó.
California ha solicitado a la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. otra exención para incorporar un conjunto de requisitos más estricto a partir de 2026, lo que eventualmente requeriría que todos los vehículos sean eléctricos, híbridos enchufables o propulsados por hidrógeno para 2035. La EPA de la administración Biden no ha aprobado La petición de California.
Muchas de las propuestas del equipo de transición parecen encaminadas a fomentar la producción nacional de baterías, principalmente para intereses relacionados con la defensa. Otros parecen destinados a proteger a los fabricantes de automóviles, incluso a los que producen vehículos eléctricos, en Estados Unidos.
Las propuestas incluyen:
– Instituir aranceles sobre las importaciones de la «cadena de suministro de vehículos eléctricos», incluidas baterías, minerales críticos y componentes de carga. La propuesta vista por Reuters decía que la administración debería utilizar los aranceles de la Sección 232, que apuntan a amenazas a la seguridad nacional, para limitar las importaciones de dichos productos.
La administración Biden aumentó recientemente los aranceles sobre las importaciones chinas de varios de los productos mencionados en el documento de transición de Trump, incluidas las baterías de iones de litio, el grafito y los «imanes permanentes» utilizados en motores de vehículos eléctricos y aplicaciones militares. Esos aranceles se impusieron por motivos económicos más que de seguridad.
– Renunciar a las revisiones ambientales para acelerar los «proyectos de infraestructura de vehículos eléctricos financiados con fondos federales», incluido el reciclaje y la producción de baterías, las estaciones de carga y la fabricación de minerales críticos.
– Ampliar las restricciones a la exportación de tecnología de baterías para vehículos eléctricos a naciones adversarias.
– Proporcionar apoyo a las exportaciones de baterías para vehículos eléctricos fabricadas en Estados Unidos a través del Export-Import Bank de Estados Unidos.
– Utilizar los aranceles como «herramienta de negociación» para abrir los mercados extranjeros a las exportaciones de automóviles estadounidenses, incluidos los vehículos eléctricos.
– Eliminar los requisitos de que las agencias federales compren vehículos eléctricos. Una política de Biden exige que todas las adquisiciones federales de automóviles y camiones más pequeños sean vehículos de cero emisiones para finales de 2027.
– Poner fin a los programas del DOD destinados a la compra o desarrollo de vehículos militares eléctricos. (Reportando a Jarrett Renshaw en Filadelfia y Chris Kirkham en Los Ángeles