El estilo de Georgina Rodríguez: el perfecto mix de básicos con accesorios de lujo
Georgina Rodríguez es una de las modelos e influencers más conocidas del mundo. Algo así como
la Kim Kardashian española dado su gusto por la estética megaproducida, con manicuras imposibles, siluetas muy marcadas y un desmesurado gusto por el lujo más evidente.
Nacida en Buenos Aires, pero criada en Jaca (Huesca) y con familia en las localidades murcianas de Águilas y Lorca, la estrella televisiva gracias a
su reality Soy Georgina (Netflix)
es hoy un icono de moda incuestionable.
Gracias a
su particular estilo, maximalista, sexy y con un punto hortera
, cuenta con tantas detractoras como defensoras, pero sus más de 61 millones de seguidores confirman que es una celebrity con todas las consecuencias, muy seguida y que genera muchísima expectación e interés dentro y fuera de España.
Georgina Rodríguez o el gusto por el lujo desmedido
Georgina Rodríguez es toda una estrella. Si su pareja Cristiano Ronaldo es un crack a nivel futbolístico, esta joven de padre argentino y madre murciana también lo es a nivel popularidad. Nacida el 27 de enero de 1994, es
uno de los nombres femeninos más famosos del mundo. Y muy especialmente por su estilo de vida y a la hora de vestir, caracterizado por un desmesurado gusto por el lujo y el exceso estilístico.
Para ella, más siempre es más (y mejor), aunque a veces parezca ridículo y hasta obsceno. Pero no cabe duda de que
Rodríguez cuenta ya con una comunidad millonaria, concretamente de 61 millones de seguidores fieles y no tanto, pero sí enganchados a su estilo de vida absolutamente alucinante.
Y que en parte pudimos descubrir, por si aún no había quedado claro, a través de su reality Soy Georgina, en Netflix. Una ocasión perfecta para conocer el día a día de esta
mujer que vive rodeada de lujo a niveles estratosféricos y que, como decíamos antes, puede llegar a parecer hasta ridículo e insoportable. Pero el éxito de la española reside precisamente ahí: en esa fantasía de vida en la que la sencillez y la discreción brillan por su ausencia y en la que sus looks resultan increíbles en la mayoría de los casos.
Por inadecuados para la ocasión –shorts mínimos con botas de tacón el el fútbol, por ejemplo–, excesivos –vestidos de red carpet con joyones de auténtico vértigo– o asfixiantes como sus vestidos mega-ajustados con taconazo para volar en su jet privado, nadie puede poner en duda que cada aparición de Georgina es un
momentazo fashion incuestionable.
Vestido de manga larga, de GUESS (140 €). Reloj en acero dorado y plateado, de GUESS (280 €). Vestido corto de tweed, de MAJE (177, 50 €). Anillo múltiple con cristales, de SWAROVSKI (149 €). Zapato con tacón de carrete, de LODI (129 €). Blazer con detalles de calados y bordados en los puños, de MARCIANO BY GUESS (300 €). Sandalia con tacón cuadrado, de GEOX (C.P.V.). /
Y es que con ese físico esculpido al milímetro, exuberante y voluptuoso, la pareja del astro portugués levanta todo tipo de pasiones. Y también de las firmas de moda. Entre sus preferidas están las italianas como Gucci o Dolce & Gabbana. Y también Guess y Elisabetta Franchi, de las que ha sido imagen de sus campañas de publicidad.
Georgina Rodríguez: sensualidad, descaro y mucho power
La empresaria e influencer, además de modelo,
tiene junto al jugador de fútbol dos hijas, Alana Martina y Bella Esmeralda, cuyo gemelo murió en el parto. Pero él tiene otros tres vástagos anteriores: el mayor, Cristiano Jr, nacido de una madre desconocida, y los mellizos Eva y Mateo nacidos por gestación subrogada. Los siete forman una familia unida y bien avenida, también con Georgina, quien demostrado encantada disfrutar mucho con los cinco menores.
Pero incluso cuando comparte planes infantiles y divertidos con ellos, la española nunca renuncia a su característico estilo con
prendas ajustadísimas y a sus tacones infinitos. ¿En la arena del desierto de Arabia Saudí, donde residen actualmente? También con tacones.
Sus fotos en los jets privados y de superlujo en los que se desplazan a lo largo y ancho del mundo son ya conocidas y ansiadas por sus millones de seguidores, que adoran ver a su estrella con esos estilismos imposibles. Nadie como ella sabe combinar un chándal gris de Nike con una tank top de Loewe y gafas de sol de Celine, o esos vestidos como una segunda piel y
de escote strapless
que lleva con tacones de aguja para subir y bajar de los aviones.
Sus instantáneas sobre la cama revuelta del jet y con copa de champán en mano son otra de las muestras del lujoso estilo de vida del que gozan los siete, y del que ella, Georgina Rodríguez,
se ha convertido en su principal icono. Y lo disfruta, además de saber cómo enloquece a sus fans soñar con su vida fabulosa.
En términos de moda más concretos, la española posee
una impresionante colección de bolsos de Hermès
–con sus míticos y exclusivos diseños Kelly y Birkin– de todos los tamaños y colores. Pero también luce los últimos modelos de firmas de lujo como Dior, Louis Vuitton, Chanel y Givenchy. Y como no podía ser de otro modo, es uno de los rostros más buscados para los front rows de los desfiles de París y Milán. Ha colaborado con firmas como Jacquemus o Vetements, por ejemplo.
Vestido largo de punto, de SANDRO (295 €). Gafas de sol con cristales, de SWAROVSKI (230 €). Vestido en punto calado, de ALLSAINTS (C.P.V.). Zapatos de punta afilada, con tacón kitten, de BIMBA Y LOLA (185 €). Bolso con solapa y print, de GUESS (155 €). Zapatos destalonado con pulsera en el empeine, de WONDERS (94, 50 €). Collar con colgante de cruz, de BERSHKA (10 €). /
Con la segunda, liderada por Guram Gvasalia, hermano a su vez de Demna, director creativo de Balenciaga,
llegó incluso a desfilar sobre la pasarela luciendo un vestido con el nombre de su pareja y provocando el éxtasis entre los asistentes al show. En cuanto a las joyas que luce, impresionantes y valiosísimas, son de exclusivas marcas como Chopard o Roberto Coin.
Y ojo, porque si tomamos a Georgina Rodríguez como una creadora de tendencias, la próxima firma que adorarán sus seguidoras será Juicy Couture, una de las
representantes de la estética Y2K de los años 2000. Tiempo al tiempo.