El funeral de Juan Gómez-Acebo, termómetro de la verdadera relación actual de los Borbón
Este ha sido un annus horribilis para la familia Gómez-Acebo. El 1 de marzo
murió Fernando Gómez-Acebo
, como consecuencia de una dolencia pulmonar que padecía hace años. Una noticia que sumía en un profundo dolor a sus seres queridos, que no podían esperar ser golpeados de nuevo, en este caso en la figura de
Juan Gómez-Acebo, que
falleció el pasado 12 de agosto
tras una fulminante enfermedad.
Para que pudieran estar presentes sus familiares más allegados, se pospuso su funeral y entierro hasta este domingo 8 de septiembre,
iglesia catedral de las Fuerzas Armadas de Madrid, también
conocida como catedral castrense
. Fue el mismo escenario elegido para una misa funeral en memoria de su hermano, a la que asistió el rey Juan Carlos I, que no estuvo presente en el entierro del que, según algunas fuentes, era uno de sus sobrinos favoritos.
Tras la misa, el cuerpo de Juan Gómez-Acebo reposará en el panteón familiar del cementerio de San Isidro donde ya descansan
los restos de sus padres
, Luis Gómez-Acebo, quien también murió de manera muy prematura, el 9 de marzo de 1991, víctima de un cáncer linfático que arrastraba desde 1984, y la infanta Pilar, que
tampoco pudo superar un cáncer de colon, y nos dijo adiós en enero de 2020. Junto a ellos está enterrado su hijo menor, Fernando Gómez-Acebo.
La capilla ardiente de Juan Gómez-Acebo se instaló
en el tanatorio de Calvià, en Mallorca, y a ella acudió la reina Sofía, que en esas fechas disfrutaba de sus tradicionales vacaciones en Marivent. Al entierro sí asistirá Juan Carlos I, su tío, que viajará desde Abu Dabi para despedirlo. También estará, por supuesto, la reina Sofía, que en estos días previos había vuelto a Mallorca.
Los Gómez-Acebo, muy queridos por los Borbón y Grecia
No faltarán los reyes Felipe y Letizia. El monarca ha estado muy unido a los hermanos Gómez-Acebo. Son muchas
las vivencias de infancia y juventud
que han compartido, muchos veranos en Marivent, y momentos cotidianos que atesoran a lo largo de los años.
Simoneta, Bruno y Beltrán han tenido un año durísimo y se sentirán muy reconfortados por su presencia de sus seres queridos y sus mejores amigos.
Este funeral servirá sin duda como termómetro de
las relaciones entre los Borbón y Grecia. Si la semana pasada copaba todos los titulares la imagen del rey Felipe VI con la infanta Cristina en su coche a la boda de Victoria López Quesada, nieta del primo de Juan Carlos I
Carlos de Borbón-Dos Sicilias
, ahora volveremos a asistir a un nuevo reencuentro entre el actual jefe del Estado y el rey emérito.
De igual forma que se ha dado por finiquitado el cordón sanitario que se estableció en torno a la infanta Cristina después de su imputación en el Caso Nóos y la entrada en la cárcel de su ahora exmarido Iñaki Urdangarin, cada vez está siendo más habitual
la presencia del rey emérito en España y los encuentros con su hijo empiezan también a ser menos evitados.
Recordemos, por ejemplo, el fugaz saludo en
el funeral por Constantino de Grecia en la catedral metropolitana de Atenas o las un tanto incómodas imágenes de los reyes actuales con el rey Juan Carlos en el servicio religioso tras la muerte de Isabel II. No estuvo Juan Carlos en la jura de la Constitución por el 18 cumpleaños de su nieta, la princesa de Asturias, pero sí en su posterior fiesta en el Palacio de El Pardo. Tampoco podemos pasar por alto que coincidieron en la fiesta por el 60 cumpleaños de la infanta Elena en
el restaurante Pabú de Madrid
.
De igual manera, la presencia de Juan Carlos I en Sanxenxo es
cada vez más frecuente
. No en vano, este septiembre participará en
el Campeonato de Europa de la clase 6 metros. Arropado por su gran amigo Pedro Campos, don Juan Carlos disfrutará una vez más de su deporte favorito. Volverá a subirse en El Bribón, que tantas alegrías le ha dado. La agencia EFE ha anunciado que llegará el 23 de septiembre.