El gusano barrenador amenaza con llegar a México a través del ganado ilegal
Al respecto, Kurt Duchez, médico veterinario y coordinador de combate a crímenes ambientales de la WCS, explica que la actual propagación de la enfermedad no parece estar relacionada con la capacidad máxima de vuelo de la mosca, que alcanza los 10 kilómetros diarios en ausencia de alimento, sino que parece responder a la movilización de ganado, que avanza hasta 300 kilómetros por día.
Eso fue lo que observó Alejandro Zaldívar, candidato a doctor en el Laboratorio de Ecología de Enfermedades y Una Salud (LEEYUS) de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma de México. Zaldívar ha seguido el fenómeno desde abril de 2024. Junto a otros especialistas de laboratorio, utiliza los datos del Sistema Mundial de Información Sanitaria de la OMSA para modelar la velocidad del desplazamiento del insecto en Centroamérica. Su análisis detectó patrones de avance de hasta 300 kilómetros entre brotes. También aplicó una metodología de análisis espacial para simular las condiciones biogeográficas en que la mosca se desplaza para identificar sus rutas.
Zaldívar y Duchez indican que la reintroducción de la enfermedad coincide con las rutas de ganado ilegal de Centroamérica a México expuestas por Insight Crime en 2022. En su reporte, el medio describió cómo el contrabando de ganado, criado en reservas naturales o en condiciones legales pero traficado para evitar impuestos, ha causado la deforestación de miles de hectáreas en Nicaragua, Honduras y Guatemala, además de actos de violencia contra comunidades indígenas. De forma reciente, incluso agregaron una línea sobre un impacto adicional: “En 2024, facilitó la propagación de enfermedades y plagas en toda la región, incluido el gusano barrenador”.
“El comercio ilegal en Centroamérica ha existido desde hace tiempo. En nuestro análisis estamos observando que está acelerado la propagación de la mosca”, precisa Zaldívar. Sus resultados preliminares, en proceso de publicación, enfrentan una limitante: dependen de un reporte adecuado de casos, situación que recuerda a los desafíos enfrentados con el Sars-CoV-2. «Con más datos, podremos entender mejor el problema y proyectar una predicción”.
Duchez, por su parte, señala que las rutas de contrabando reportadas por Insight Crime y el informe de Alejandro de la UNAM sobre la ruta potencial que va a seguir la mosca coinciden. «Es la ruta de la carretera, desde Honduras hacia la frontera de México. Compartimos la selva maya en el norte de Guatemala, no van a pasar las vacas por la selva, no funciona de esta forma, el movimiento ilegal de ganado se da con camiones, llegan a la frontera, los atraviesan en barcas de madera a través del río Usumacinta y siguen su camino al otro lado”, detalla. El reporte de Insight Crime muestra como ese contrabando no ocurre en secreto, sino por carreteras y, si acaso, de noche. Además, detallan que los animales trasladados de esta forma suele estar demacrados y en malas condiciones comparados con los criados en México.
“El ganado ilegal que viene de Honduras atraviesa el nororiente Guatemala, donde el país reporta 20 focos de infección por gusano barrenador cerca de Petén”, advierte Duchez. A solo cinco o diez kilómetros después de la frontera, sugiere el conservacionista, las autoridades deberían detener al ganado ilegal, al no desparasitado y al que presenta heridas.
Según las fuentes consultadas por los periodistas de Insight Crime, Benemérito de las Américas y Marqués de Comillas son “los puntos de cruce más importantes para el contrabando de ganado”. Entre estas localidades y Catazajá, Chiapas, donde se detectó el primer caso en la frontera mexicana, la investigación refiere que el ganado ilegal pasa por un proceso de “lavado”, que consiste en ponerles etiquetas y usar documentos falsificados para cruzar la aduana sin mayores complicaciones.