el litro alcanza los mil pesos

Santa Clara.- Justo como sucedió hace cerca de un año atrás el aceite vegetal volvió a subir de precio abruptamente luego de que comenzara a escasear en los mercados que comúnmente los cubanos reconocen como Mipymes. Estos comerciantes privados surten sus tiendas con mercancía adquirida al por mayor tanto en el puerto del Mariel como a través de intermediarios que lo trasladan hacia el interior del país desde la capital.

Sin embargo, algunos cuentapropistas interpelados en Santa Clara alegan que en las últimas semanas ni siquiera sus proveedores han contado con disponibilidad del producto. “Aquí siempre tenemos en oferta, pero esta vez el que nos surte tampoco trajo, porque no le convino el precio del mayorista”, confirma una joven dependienta de un puesto particular situado en la carretera a Sagua.

Un reporte reciente del diario 14 y Medio recoge que el aceite de soya, girasol o canola, que son las variedades más frecuentes a la venta en Cuba, provienen mayoritariamente de México, España, Estados Unidos y hasta de Ucrania. Esta misma nota destaca que el precio de este demandado producto ha experimentado un aumento de casi el 20% desde que inició 2025 en el caso de Holguín, aunque el repunte se extiende por todo el país.

Un litro de aceite, invertido exclusivamente para aderezar los alimentos o sofreír las especias rinde apenas dos semanas, según calcula María Cristina, una señora que dice haber recorrido media ciudad en busca del producto para “darse el gusto” de freír las papas que “vinieron a la bodega”, pero no lo halló ni siquiera en los puestos de ventas que “siempre tienen de todo”. “Aquí cuando no es una cosa es otra”, se queja y agrega que debió conformarse con un pequeño pomo de manteca pastelera que le costó 750 pesos. “No escampa, cuando no es el azúcar, es el arroz, ahora el aceite”.

En esta misma arteria solo un único establecimiento tenía disponible este lunes los pomos de un litro a 990 pesos, pero el propio vendedor asegura que le “quedan pocos y los que tienen paladares y carros de fritas se lo están llevando por cantidad”.  Basta una búsqueda en grupos de compraventa de La Habana para percatarse que quienes comercializan el aceite por cajas venden cada unidad a 800 pesos, por lo que su precio de reventa en el mercado informal se encarece mucho más, sobre todo hacia provincias más alejadas del occidente, si a todo ello se le suma la subida del costo de la transportación por la escasez de combustible.

A mediados del 2024 la Resolución 225 del MFP topó el precio del litro de aceite a 990 pesos, exceptuando el de oliva, y lo eximió de aranceles de importación junto a otros cinco productos básicos, por lo que a finales del año pasado experimentó un ligero descenso y se situó sobre los 700 pesos. Según la norma jurídica, los actores económicos habrían reconocido hasta un treinta por ciento de margen de ganancia sobre costos y gastos en la formación de los precios minoristas de estos productos. Sin embargo, la posterior limitación para ejercer el comercio mayorista y el incremento de los impuestos trajo consigo este nuevo período de crisis y por consecuencia el aumento del precio del aceite.

“Ahora mismo no da negocio comprarlo y menos ir a buscarlo con lo caro que está el dólar y el transporte de carga, para ganarle menos de cincuenta pesos a cada litro”, asegura a CubaNet Miguel Soto, cuentapropista vendedor de artículos varios. La nota de 14 y Medio también ilustra que los comerciantes privados de Holguín han desistido de venderlo debido a que, al pasar por canales estatales, los plazos de entrega son mayores, desde que llega la mercancía a los puertos, a que pueden disponer de ella.