El mejor método para desviar un asteroide es mucho más sutil de lo que imaginas
Un par de estudios recientes, realizados por científicos de Italia y Estados Unidos, han encontrado la forma más eficaz de desviar o reducir la velocidad de un asteroide que tenga una ruta de colisión con la Tierra. De acuerdo con un análisis de experimentos recientes de la NASA, es más efectivo golpear a los asteroides de manera gradual y con poca energía que impactarlos con un solo movimiento violento.
La defensa planetaria contra asteroides está lejos de ser como lo visualizan las películas de Hollywood. La ciencia ha demostrado que las bombas «anti-meteoritos» no son efectivas. En su lugar, se desarrolló la técnica de la deflexión cinética, un término científico para referirse al envío de sondas cuya única misión es estrellarse contra la superficie de una roca con bastante fuerza.
Sobre el papel, un golpe certero a la distancia correcta es suficiente para desviar el asteroide. Si la roca espacial pierde velocidad, llegará tarde a su cita con la Tierra y, si se mueve, aunque sea unos grados, terminará en cualquier otro sitio que no sea una ciudad densamente poblada. Los impactadores cinéticos son, por ahora, la mejor forma de tratar una amenaza espacial de esta naturaleza, aunque todavía están en desarrollo.
Lo que DART dijo sobre la defensa planetaria
Debido a la complejidad y los costos operativos inherentes, solo ha habido un experimento sobre el uso de impactadores cinéticos para la defensa planetaria. En 2022, la misión DART (Double Asteroid Redirection Test) golpeó el asteroide Dimorphos con resultados variados. El golpe cambió su órbita lo suficiente como para considerar la incursión un éxito. Sin embargo, el proyectil que viajaba a 22,540 kilómetros por hora liberó aproximadamente un millón de kilogramos de roca al espacio.
Hasta que no existan más experimentos similares, el futuro de la técnica de la deflexión cinética se basará en la información obtenida de DART. Teniendo esto en cuenta, un reciente artículo publicado en Nature Communications, liderado por el astrónomo Masatoshi Hirabayashi, analizó la cinética de la columna liberada por el asteroide Dimorphos. Esa anómala expulsión de roca se debió a la curvatura del objetivo, según el reporte. La forma inesperada del objetivo también repercutió en una reducción de la transferencia de impulso. En otras palabras, el asteroide fue desviado, pero no con tanta fuerza como se esperaba.
Es probable que la humanidad se enfrente a una amenaza espacial con forma curva. En ese caso, es mejor aplicar múltiples impactadores de baja energía en lugar de uno solo de alta energía. La investigación también señala la importancia de determinar todas las características relevantes de un asteroide antes de pasar a la fase de la deflexión cinética.
«El envío de múltiples impactadores más pequeños no solo da como resultado un mayor empuje del asteroide, sino que también potencialmente ahorra costos operativos y aumenta la flexibilidad táctica para la desviación», afirmó Fabio Ferrari, líder del Departamento de Ciencia y Tecnología Aeroespacial del Politécnico de Milán.
El último asteroide con un gran riesgo de colisión es el 2024 YR4. Llegó a tener un 3.1% de probabilidad de choque con la Tierra, la marca más alta en toda la historia de la supervisión espacial. En menos de 48 horas, el porcentaje cayó a 0.28%.