El PP propone suavizar el impuesto a la banca para que las entidades faciliten hipotecas a jóvenes
El Partido Popular no presentará un veto a la reforma fiscal del Gobierno que se encuentra en tramitación en el Senado, si no que optará por plantear diferentes enmiendas con el objetivo de hacer tambalear la mayoría que la respaldó en el Congreso de los Diputados e incluir algunas de sus propuestas en el proyecto de ley. El vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, ha dejado claro que los cambios esbozados en cuatro bloques persiguen el voto a favor de PNV o Junts en la Cámara Baja, puesto que dan por sentado que las fuerza del Ejecutivo querrán vetarlos.
La formación encabezada por Alberto Núñez Feijóo, contraria a cualquier subida de impuestos, aboga por introducir deducciones en el nuevo impuesto a la banca para las entidades financieras que faciliten el acceso de los jóvenes a una hipoteca a través de la reducción de sus tipos o inviertan en la construcción de vivienda a precios tasados. Este descuento se sumaría a la reducción que ya prevé el propio texto aprobado en el Congreso de los Diputados, por el que se establece que los bancos que vean comprometido un índice mínimo de rentabilidad por este tributo podrán reducirse un porcentaje dado de la cuota a abonar, mayor o menor, en función del perjuicio que causaría el impuesto a las cuentas de la entidad.
«Difícilmente nadie se podría poner en contra de estas medidas» planteaba Bravo en la rueda de prensa de este miércoles, desde el Senado. «Presentadas las enmiendas intentaremos hablar con otros partidos, intentaremos leer sus sensibilidades» ha explicado poco antes de registrar formalmente las enmiendas al articulado. El PP también ha planteado elevar el límite de reducción de bases negativas que el pacto de PSOE y Sumar había recuperado después de que los tipos fijados por el exministro Cristóbal Montoro fueran declarados inconstitucionales a inicios del 2024.
El partido que tiene una representación mayoritaria en la Cámara Alta, también va a recuperar una medida planteada en primavera: la reducción del IRPF a los jóvenes en los cuatro primeros años de actividad laboral. Los ‘populares’ abogan porque esta bonificación sea del 100% el primer año en el que los rendimientos del trabajo sean suficientes para tener que presentar la declaración de la renta, del 75% el segundo año, del 50% el tercer año y del 25% el cuarto. Un ahorro fiscal que cifran en 10.000-12.000 euros anuales que creen que estos adultos destinarían a emprender, formarse, construir una familia o adquirir una vivida, lo que estiman que tendría un coste de 2.100 millones de euros para las arcas públicas, en pleno récord de recaudación.
Además, el portavoz económico ha detallado que propondrán que la reducción del Impuesto de Sociedades para pymes propuesto por Junts -y que salvó el trámite de la Comisión de Hacienda gracias al PP- se extienda de uno a tres años, de forma que se aplicaría desde 2025 a 2028 para favorecer a los pequeños y medianos negocios. El PP también ha decidido introducir, pese a reconocer que no es el cauce indicado a nivel técnico el paquete de medidas en respuesta a la DANA con el que quieren evitar que se cobre el IVA o el impuesto de matriculación por la sustitución de vehículos que quedaron completamente dañados o los asociados a la rehabilitación de viviendas.