jueves, noviembre 21, 2024
Economía

El preocupante mensaje que manda la economía más cíclica del mundo en medio de los temores a una recesión global


Los temores de recesión han vuelto con fuerza a la ciudad. Bastó un mal dato de empleo de EEUU en julio para desatar la histeria. La previsión de una recesión en EEUU tras las agresivas subidas de los tipos de interés que afectase a toda la economía global -si EEUU se constipa, el resto estornuda- provocó un descalabro en los mercados que poco a poco se ha ido paliando en agosto y unas dudas que no se acaban de disipar. En busca de pistas y de un canario en la mina que avise cuando el grisú empiece a asfixiar a la economía europea, los analistas han posado sus miradas en una de las más cíclicas del mundo, la de Suecia.

Dada la intensa integración de Suecia en la economía global y su carácter exportador, el comportamiento de sus mercados y sectores clave puede ser un indicador anticipado de cómo el comercio internacional responderá, tanto de forma cíclica como a futuras crisis o cambios estructurales. Por ejemplo, si la demanda global disminuye, la economía sueca es una de las primeras en sentir los efectos debido a su alta dependencia de las exportaciones, lo que ofrece a los analistas una visión previa de lo que puede ocurrir en otras economías orientadas al comercio.

«Para determinar si nuestro escenario base de una recesión a finales de 2024 o principios de 2025 se hace realidad, nos fijamos en Suecia, que actúa como un barómetro de la economía mundial. Este país nórdico tiende, por ejemplo, a adelantarse a la eurozona durante los puntos de inflexión del crecimiento global debido a su carácter cíclico y su sensibilidad al comercio mundial», argumenta Mathieu Savary, estratega jefe de BCA Research en un informe de esta semana.

Un gran experto en la economía sueca como es el ex de Nordea Andreas Steno Larsen no ha dudado en destacar en otras ocasiones la vitola de canario en la mina de la economía sueca para la economía global: si deja de cantar es que el mundo va a sufrir. Por ejemplo, en 2019 Larsen advirtió que «si se creía que el caos en la zona del euro había terminado, piénsenlo dos veces: Suecia es el canario en la mina de carbón… Estamos seguros de que Suecia está en una recesión leve en este momento. Es la economía más abierta de Europa y actúa como un barómetro para el mundo». Aunque Larsen no tenía la bola de crisis para adelantar lo que venía, lo cierto es que a comienzos de 2020 llegó la pandemia del covid y una recesión histórica en la zona euro.

Los datos confirman esta descripción como una de las economías más abiertas del mundo. Las exportaciones representan más del 53% del Producto Interno Bruto (PIB), frente al 49% de las importaciones (presenta un buen superávit por cuenta corriente). Suecia ha logrado posicionarse como un actor clave en la economía mundial, no solo por su capacidad exportadora, sino por la elevada competitividad de su tejido productivo. Que el país escandinavo ofrezca pistas sobre las tendencias que podrían dominar el panorama global en el futuro se debe en gran parte a su alta exposición a los mercados internacionales (exportaciones más importaciones suman más del 100% del PIB), a su diversificación sectorial y a la manera en que su economía responde a las dinámicas globales. Un mal trago en Suecia puede indicar directamente que el mundo está a punto de atragantarse.

Es cierto que, hasta ahora, Suecia ha logrado esquivar una recesión; sin embargo, su economía sigue instalada en una debilidad que no manda las mejores señales. El país publicó este jueves por la mañana las cifras de PIB, que confirmaron las expectativas de una contracción intertrimestral en el segundo trimestre. El dato fue del -0,3% intertrimestral, aunque bastante mejor que el -0,8% previsto por el consenso, sigue siendo un serio aviso a navegantes.

«La desaceleración de la economía fue amplia, pero ha estado compensada por el comercio internacional ante la intensa caída las importaciones y el mejor comportamiento de las exportaciones» según ha revelado Jessica Engdahl, directora de Cuentas Nacionales de Statistics Sweden, en un comunicado recogido por la agencia Bloomberg. «La deslucida cifra del PIB del segundo trimestre de Suecia puede ser el último dato de crecimiento negativo de este año, pero el desempeño general seguirá siendo débil. Mantenemos nuestra expectativa de una expansión del 0,8% para el año en general, una tasa moderada dadas las tendencias pasadas».

Los expertos de Nordea dan la clave y revelan el dato ‘oculto’ que muestra la debilidad de la economía de Suecia: «Lo más importante es que la demanda interna se mantiene débil, con una caída del consumo de los hogares (-0,2% intertrimestral) y de la inversión fija (-1,7%). Mientras que el consumo público aumentó apenas un 0,1% intertrimestral. La debilidad de la demanda significa que a las empresas les resulta cada vez más difícil repercutir los aumentos de costes, lo que explica el aumento de las quiebras», advierten desde el banco sueco. El sector corporativo está sintiendo esa tensión, con las quiebras aumentando un 222% desde su mínimo de 2020, hasta un máximo de 30 años.

Uno de los grandes culpables, si no el mayor, de los problemas internos de Suecia es su mercado inmobiliario. Los hogares suecos tienen una carga de deuda extremadamente pesada, que representa el 155% de su ingreso disponible. Además, los precios de la vivienda en Suecia son altos. Hasta que comenzaron a bajar en marzo de 2022, los precios reales de la vivienda en Suecia habían aumentado un 205% desde 2000. De manera similar, las relaciones precio-ingreso y precio-alquiler de Suecia han estado entre las más sólidas del G-10.

Como resultado, el aumento de la tasa de depósito por parte del Riksbank del 0% en mayo de 2022 al 4% en septiembre de 2023 provocó que los precios de las viviendas suecas cayeran un 25% y los permisos de construcción se desplomaran un 62% entre febrero de 2022 y marzo de 2024, hasta sus niveles más bajos desde 2013.

Los malos datos de consumo e importaciones anteriores también tienen su explicación en el mercado laboral (son las dos caras de una misma moneda). El empleo también está en crisis. El crecimiento del empleo se ha desplomado del 3,1% anual en noviembre de 2022 al 0,2%. «Esta evolución es preocupante, ya que la mala salud del mercado laboral sueco suele anticipar tendencias de empleo más débiles en el resto de Europa», señala Savary desde BCA Research.

La sombría situación del crecimiento en Suecia ha sido uno de los principales factores que han impulsado al Riksbank a adoptar una actitud acomodaticia. «Si a esto añadimos un mercado laboral cada vez más flojo y la desinflación, quedan pocas dudas de que se avecina una mayor relajación», aventuran los analistas del servicio de estudios de ING en una nota de este jueves. La cuestión es, en este momento, si el banco central recortará dos o tres veces más este año.

La actividad manufacturera, lógicamente muy influida por las fluctuaciones industriales mundiales, se está deteriorando. El PMI manufacturero de Suecia ha caído a 49,2 puntos (por debajo de 50 es nivel de contracción). Aún más preocupante, los nuevos pedidos son débiles, impulsados por los pedidos nacionales y extranjeros. «Históricamente, un debilitamiento del índice de nuevos pedidos en Suecia anuncia una actividad manufacturera más lenta en la eurozona», apuntan desde BCA Research.

Echando un vistazo a los mercados, la evolución reciente de los rendimientos soberanos suecos también es alarmante para la economía europea. «El diferencial de rendimiento entre Suecia y Alemania a 10 años se ha ido estrechando, lo que históricamente indica un deterioro en nuestro pronóstico de la actividad industrial global. Dado que la economía de Europa es muy sensible a las condiciones de crecimiento global, no debería sorprender que un estrechamiento del diferencial entre Suecia y Alemania también indique riesgos a la baja para las acciones europeas y el euro», desgrana el estratega de BCA.

Respecto a la, a priori, contradictoria señal que manda la renta variable sueca -las acciones han rebotado-, Savary expone sus tesis: » Este desempeño superior refleja el repunte de la actividad global que tuvo lugar a principios de este año. Sin embargo, el diablo siempre está en los detalles. Los sectores industriales suecos están enviando una señal diferente a la del mercado en general. Desde enero de 2024, han tenido un rendimiento inferior al de los sectores industriales mundiales. Esta es una señal particularmente preocupante para el crecimiento global».

El comportamiento de los sectores industriales suecos indica, prosigue el experto, que el desempeño superior que ha tenido el mercado sueco en general en los últimos tiempos es temporal y que las acciones suecas están amenazadas. Los pedidos de bienes de capital en EEUU, la eurozona y Japón son particularmente preocupantes para Savary. Históricamente, cuando sus pedidos combinados son débiles, las acciones suecas obtienen un desempeño inferior al de la eurozona. Hoy, los pedidos de bienes de capital en estas tres economías están cayendo a un ritmo más rápido que en los últimos cuatro años.

«La economía sueca es hipercíclica y su evolución constituye un barómetro del crecimiento mundial. Por ahora, la debilidad del crecimiento y los rendimientos de Suecia sigue siendo coherente con nuestras perspectivas negativas para la economía europea. En consecuencia, consideramos que los tres riesgos para nuestra opinión negativa -la solidez de las finanzas de los hogares, la recuperación del impulso crediticio europeo y unas condiciones financieras mundiales más favorables- son solo eso: riesgos. El reciente deterioro de los resultados relativos de la industria sueca y el desplome de los pedidos de bienes de equipo de EEUU, la zona euro y Japón indican que es probable que la renta variable sueca obtenga peores resultados que la europea durante el próximo trimestre», concluye el analista de BCA.

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