sábado, febrero 1, 2025
Economía

el sector seguirá siendo un lastre para la economía


Dentro de la crisis existencial que vive la históricamente puntera industria alemana, sus datos de producción de agosto llaman en principio al optimismo. Sin embargo, buceando entre los mismos se aprecia rápidamente que la situación de fondo sigue siendo compleja y de que una recuperación vigorosa aún queda lejos. La crisis energética derivada de la guerra de Ucrania -adiós al gas barato ruso-, los cambios en las dinámicas comercialesel ‘amigo’ chino ya compra menos– y el ciclo de elevados tipos de interés han hecho un daño que no se puede revertir rápidamente, como se está apreciando especialmente en el sector del automóvil, auténtica joya de la corona de la industria germana y ahora en serias dificultades.

El aumento del 2,9% intermensual de la producción industrial de Alemania en agosto fue mucho mejor de lo esperado (consenso: +0,8%) y siguió a un descenso del 2,9% en julio. El aumento de la producción se debió en gran parte a una subida del 19,3% intermensual de la producción automovilística, que había caído bruscamente en julio, y que, según el comunicado de prensa de Destatis, el órgano estadístico federal alemán «fluctúa considerablemente de un mes a otro». La producción de la industria intensiva en energía, que ha venido aumentando en los últimos meses, subió un 0,1% intermensual, pero se mantuvo un 13% por debajo de su máximo anterior a la guerra de Ucrania. El sector de la construcción sigue tocando fondo con un tercer mes consecutivo de escaso crecimiento.

«El gran aumento de la producción industrial alemana en agosto no es motivo de celebración, ya que sólo bastó para compensar el fuerte descenso del mes anterior. El panorama general sigue siendo el de una producción industrial moderada y unas perspectivas poco halagüeñas para el sector«, señalan Franziska Palmas, economista sénior de Capital Economics en una nota para clientes.

A pesar del fuerte aumento de la producción en agosto, el panorama general sigue siendo de dificultades para la industria alemana, insiste Palmas. En agosto, recuerda, la producción seguía siendo un 7% inferior al máximo más reciente, alcanzado en febrero de 2023, y las perspectivas a corto plazo son malas. Las encuestas sobre la actividad manufacturera, continúa, apuntan a una contracción de la producción industrial en los próximos meses. Igualmente, los nuevos pedidos industriales, que cayeron un 5,8% intermensual en agosto, dato publicado este lunes, están en uno de sus niveles más bajos desde 2013.

«Como ha sucedido en los últimos años, el parón por las vacaciones de verano ha vuelto a tener un impacto notable en la producción industrial este verano. El aumento mensual inesperadamente fuerte de la producción industrial se debe enteramente al hecho de que la producción en el sector automovilístico aumentó un 19%. En los demás sectores, la producción se mantuvo prácticamente sin cambios», pone en claro Ralph Solveen, de Commerzbank, en un comentario rápido.

Según las cifras de producción de automóviles publicadas por la Asociación Alemana de la Industria Automovilística (VDA), adelanta Solveen, en septiembre la producción ajustada estacionalmente volvió a caer significativamente. «También fuera del sector automovilístico se teme un descenso de la producción en los próximos meses, como lo indican el mal clima empresarial y la escasa recepción de pedidos. Por tanto, es probable que la economía en su conjunto se haya estancado en el tercer trimestre, en el mejor de los casos, y no se espera una recuperación en el cuarto trimestre», enfatiza.

«Actualmente, cualquier dato que no sea negativo se considera una noticia positiva para la economía alemana, y los datos industriales de esta mañana no son una excepción. Sin embargo, el aumento de hoy no es un indicio de recuperación, sino más bien un repunte técnico tras la fuerte caída de julio, que pone de relieve que la economía sigue estancada. A la vista de los datos concretos disponibles para los dos primeros meses del tercer trimestre, el riesgo de otro trimestre negativo sigue siendo elevado«, coincide Carsten Brzeski, economista jefe del servicio de estudios de ING en una informe posterior al dato industrial.

Para el analista de ING, habitual ‘médico’ de la economía alemana, la industria ha sido el mejor ejemplo de los problemas de toda la economía en los últimos años: «Atascada entre vientos en contra cíclicos y estructurales y dándose cuenta por fin de que el viejo modelo macroempresarial de energía barata y grandes mercados de exportación de fácil acceso ya no funciona».

Brzeski (ING): «Alemania está atascada entre vientos en contra cíclicos y estructurales y dándose cuenta por fin de que el viejo modelo macroempresarial de energía barata y grandes mercados de exportación de fácil acceso ya no funciona»

Cinco años después del inicio de la pandemia, ahonda Brzeski, la producción industrial alemana sigue un 10% por debajo de los niveles anteriores a la pandemia. La utilización de la capacidad manufacturera se encuentra en mínimos sólo comparables a los registrados durante la crisis financiera y los cierres iniciales, lo que pinta un panorama poco halagüeño para una nación conocida como potencia industrial.

«A riesgo de sonar como un disco rayado: en otoño de 2024, la economía alemana se encuentra en la misma posición que hace un año: el rezagado del crecimiento de la eurozona con pocos signos de una mejora inminente. La esperanza cíclica que animó a la economía alemana en los primeros meses del año ha desaparecido, debido principalmente a una economía mundial más débil, pero también a los temores de un enfriamiento de la economía estadounidense, las tensiones geopolíticas en curso y la incertidumbre política interna«, escribe el analista de ING.

El telón de fondo es de todo menos optimista. El creciente número de insolvencias y los anuncios individuales de las empresas sobre próximas reestructuraciones de empleo siguen pendiendo como la espada de Damocles sobre lo que ha sido uno de los pocos baluartes de la economía en los últimos años: el mercado laboral, explica Brzeski.

Para empeorar las cosas, añade, las recientes noticias negativas de la industria automovilística alemana ponen de manifiesto la persistencia de problemas estructurales y cíclicos: «Por desgracia, es probable que esto exacerbe el sentimiento negativo, creando un círculo vicioso perfecto».

«Más adelante, varios retos estructurales seguirán pesando sobre la producción, como los elevados precios de la energía, la ralentización de la demanda china de productos industriales alemanes y las dificultades del sector automovilístico para aumentar su producción de vehículos eléctricos. El resultado es que la industria seguirá siendo un lastre para la economía alemana durante un tiempo», se suma al pesimismo Palmas desde Capital Economics.

«Hay muy pocos indicios de que la situación actual vaya a cambiar sustancialmente en breve. Nuestras esperanzas de que el consumo privado y el cambio de ciclo de los inventarios puedan traer algún alivio siguen vivas, pero probablemente sean más una historia de 2025 que de 2024«, sentencian desde ING.

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