Elevar la libido, otro beneficio (secundario) de Ozempic
Shane Desmond lleva tomando Wegovy solo desde principios de enero, pero ya está notando los beneficios. En primer lugar, ha perdido unos 18 kilos. Come menos durante las comidas y no se da tantos atracones. Solía comer queso o helado por la noche, sobre todo mientras veía la tele. «Pero ya no me apetece», dice.
Hay algo más: su libido ha mejorado. A los 51 años, Desmond dice que era normal sentirse de humor una vez a la semana. Ahora, es casi a diario. «Me tomó por sorpresa», dice, teniendo en cuenta que suele tener la libido baja en invierno. Dice que «sin duda ha mejorado» su vida sexual con su marido.
Millones de estadounidenses toman actualmente Ozempic, Wegovy, Mounjaro y Zepbound, una clase de fármacos conocidos como agonistas del receptor GLP-1, para tratar la diabetes tipo 2 y la obesidad. Estos fármacos no solo ayudan a perder peso, sino que también mejoran la salud del corazón, reducen el riesgo de enfermedades renales y tratan la apnea del sueño. También pueden incidir en la vida sexual.
Cada vez hay más pruebas de que los medicamentos GLP-1 aportan beneficios para la salud más allá de la diabetes y la pérdida de peso, para afecciones que van desde las adicciones al Parkinson, y los científicos están desarrollando teorías sobre los motivos.
Aún no se ha investigado mucho sobre los efectos sexuales secundarios de los GLP-1, pero los investigadores saben que la obesidad puede afectar negativamente a la salud sexual de personas de todos los sexos. «Observamos tasas más elevadas de disfunción sexual tanto en hombres como en mujeres con obesidad», afirma David Sarwer, director del Centro de Investigación y Educación sobre la Obesidad de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Temple.
Sarwer ha estudiado los efectos de la obesidad en la función sexual y lo que ocurre cuando las personas se someten a cirugía bariátrica para perder peso. Dice que tiende a haber una relación entre el grado de obesidad y el grado de disfunción, o dificultad para experimentar satisfacción en la actividad sexual. «Cuanto más pesadas son las personas, más probable es que tengan una disfunción», afirma.
Sin embargo, es difícil separar los motivos, porque las comorbilidades asociadas a la obesidad, como la diabetes tipo 2, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares, también pueden causar disfunción sexual. Estas afecciones pueden dañar los vasos sanguíneos y crear problemas de flujo sanguíneo, provocando sequedad vaginal o disfunción eréctil. Además, muchos de los medicamentos utilizados para tratar estas comorbilidades, como la metformina, los betabloqueantes y los diuréticos, pueden reducir el deseo sexual.
Las personas con obesidad también pueden tener una mayor carga psicosocial. Las presiones sociales y la vergüenza por el peso pueden causar baja autoestima, imagen corporal negativa y mala calidad de vida. Estos problemas pueden provocar una disminución del deseo sexual y un sentimiento general de insatisfacción sexual. «A nivel individual, puede ser difícil averiguar qué es exactamente lo que provoca la disfunción sexual», agrega Sarwer.
Un estudio realizado por Sarwer siguió a 106 mujeres que perdieron una media del 33% de su peso corporal tras someterse a cirugía bariátrica. Dos años después de la intervención, las mujeres informaron de mejoras significativas en el deseo, la excitación y la satisfacción sexual general. Las que presentaban la peor calidad de funcionamiento sexual antes de la operación experimentaron las mejoras más notables un año después. Las participantes también experimentaron cambios en sus niveles hormonales, como un descenso de la testosterona y el estradiol. Unos niveles elevados de estas hormonas pueden dificultar el deseo sexual y la fertilidad.
Cuando se trata de disfunción eréctil, el sueño suele ser un factor que se pasa por alto, dice Petar Bajic, director de salud masculina del Instituto Urológico Glickman de la Clínica Cleveland. La testosterona se produce durante el sueño profundo, y un nivel bajo de testosterona es a veces el culpable de un bajo deseo sexual.
«Las personas que tienen más peso son más propensas a tener trastornos del sueño como la apnea del sueño, y si usted tiene apnea del sueño, usted no consigue las etapas profundas y reparadoras del sueño», dice. «Tus niveles de oxígeno descienden, y eso te impide entrar en la fase REM del sueño, que es la etapa profunda y reparadora del sueño durante la cual se produce la testosterona». Zepbound, fabricado por Eli Lilly, fue aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE UU en diciembre como el primer medicamento para tratar la apnea obstructiva del sueño.
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La modesta cantidad de peso que Desmond ha perdido con Wegovy hasta ahora probablemente no explique su reciente aumento de la libido. Pero el hecho de que coma menos puede tener algo que ver. «Estoy segura de que eso podría tener un efecto en la libido y en nuestra capacidad para hacer cosas sexuales que requieren actividad». La mayoría de nosotros no nos sentimos especialmente atractivos después de comer una comida copiosa.
Para Julie, que no quiso que se utilizara su apellido por razones de privacidad, los medicamentos GLP-1 no han cambiado su libido, pero han tenido un efecto positivo en su vida sexual de una forma diferente. Esta mujer de 47 años empezó a tomar Wegovy en marzo de 2023 y cambió a Zepbound en agosto del año pasado. También ha disminuido el «ruido de la comida», es decir, el parloteo interior sobre la ingesta de alimentos, y ha perdido unos 18 kilos, de los 276 que pesaba al principio.