Enfrentamientos entre grupos armados con el Ejército sumen en el terror al pueblo Tecpan de Galeana, en Guerrero

La violencia y el caos se extienden por el Estado de Guerrero. El último rincón en reportar enfrentamientos entre grupos armados ha sido Tecpan de Galeana, una tranquila comunidad a mitad de camino entre Zihuatanejo y Acapulco. Un despliegue del Ejército, la Guardia Nacional y las fuerzas estatales este jueves ha frenado el avance de un nuevo grupo que buscaba arrebatar el control en la zona a otra mafia, Los Granados, que domina varios territorios en la Costa Grande. Las autoridades locales han pedido a los vecinos que se encierren en casa hasta que la situación haya sido controlada. Los disparos, los helicópteros, los gritos y las explosiones han sido los únicos sonidos que se han escuchado en las calles de la comunidad, convertidos en un pueblo fantasma.

La calma habitual en esta comunidad la rompió un video que empezó a circular entre las cuentas de WhatsApp de los vecinos el miércoles. Un total de catorce hombres con las caras tapas y fusiles en sus manos posaban al frente a camionetas con las siglas GNG (que responden a Guerrero Nueva Generación, según medios locales) y se presentaban amablemente ante ellos. “Somos un grupo armado independiente, no pertenecemos a ningún cartel. Tomen precauciones. Se le avisa a la gente campesina y ganaderos, si ven gente armada en los cerros, no se asusten. Ya estamos aquí”, pregonaba el portavoz. En el discurso explica que su intención es acabar con Los Ganaderos, a los que acusan de robar y secuestrar a la población civil. “Esta guerra es únicamente contra la basura y lacra de los Granados y todo aquel que los apoye”, decían aludiendo a las fuerzas policiales de la zona, a los que acusan de estar coludidos con los criminales.

Una vecina de Tecpan de Galeana, que pide permanecer en el anonimato por miedo, explica que la familia que conforma Los Granados llevan controlando la zona “desde siempre”, pero que nunca había experimentado un escenario de guerra como el de hoy. “Ellos hacen su trabajo y nos dejan hacer nuestra vida con tranquilidad”, añade. La irrupción de un nuevo actor armado en el pueblo tensó esa calma el miércoles por la noche. Los disparos comenzaron a oírse antes de que saliera el sol. Los vehículos militares y de las fuerzas de seguridad del Estado llegaron a las cinco de la madrugada para hacer frente a la ola de violencia. Los vecinos se refugiaron en sus casas y grabaron el enfrentamiento y las explosiones en el pueblo. “Pareciera Líbano o Israel, pero es donde la mayoría de las comunidades de la sierra bajan a surtir sus primeras necesidades”, explica uno de los vecinos que presenció el ataque.

A las nueve de la mañana, el Gobierno municipal ha ordenado a toda la población que se encierre en sus casas y no salga a las calles. “Contamos con el apoyo total de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien ha desplegado a la Secretaría de la Defensa Nacional para colaborar en la seguridad de nuestra ciudad. También recibimos el respaldo. de la gobernadora del Estado, Evelyn Salgado Pineda”, reza el comunicado. El Gobierno de Guerrero ha asegurado que desde las 8.30 de la mañana la situación está “bajo control”. Sin embargo, los vecinos aseguran que los últimos disparos se escucharán a las 14.00 de la tarde. “Los militares siguen buscando a los civiles armados. Están intentando huir por la sierra y la huerta y se estaban llevando a pobladores para que les ayuden a salir porque no conocen la zona”, informa un ciudadano local a través de audios enviados por grupos de Whatsapp.

La presidenta municipal, Alba Soberanis Hernández, ha comunicado la muerte de dos oficiales de las fuerzas de seguridad como consecuencia del enfrentamiento, Cecilio Olea Cruz y Johnny Martínez Lino. Sin embargo, todavía no hay una cifra oficial de bajas. Medios locales apuntan a más de 10 fallecidos en el ataque, además del conductor de un tráiler desaparecido que se cruzó con el nuevo grupo armado fuera del pueblo.

Este episodio ocurre solo un día después de la matanza ocurrida en esa misma carretera que conecta Tecpan de Galeana con Acapulco. Un grupo de hombres armados asesinó a balazos al secretario de Seguridad Pública de Coyuca de Benítez, Alfredo Alonso, y otros 12 agentes. La crisis de seguridad que vive el Estado de Guerrero no ha parado de recrudecarse, especialmente desde el asesinato del jefe de la Fiscalía federal en Chilpancingo hace un mes.