Erionita: el mineral presente en cultivos y arena para gato que causa cáncer
El alto grado de toxicidad por inhalación de la erionita es conocido desde hace tiempo. Se trata de un mineral fibroso de origen natural que se popularizó después de que, a finales de la década de 1970, se produjera un fuerte aumento de los casos de mesotelioma pleural maligno, un tipo de cáncer que se origina en la membrana pleura que cubre los pulmones, en algunos pueblos de Turquía, donde se utilizaba como material de construcción. El Centro Internacional de Investigadores sobre el Cáncer (IARC) lo clasificó entonces como cancerígeno para el ser humano.
Hasta ahora no se sabía con exactitud el mecanismo de la toxicidad de la erionita, pero un nuevo estudio publicado en Journal of Hazardous Materials y realizado por investigadores de la Universidad de Roma, la Universidad de Génova y la Agencia Nacional de Nuevas Tecnologías (ENEA, por sus siglas en inglés), aporta una posible explicación. Según sus conclusiones, al exponerse a este mineral, determinadas células del sistema inmunitario cultivadas en laboratorio sufrirían una alteración del pH y, a continuación, toda una serie de consecuencias que podrían conducir a la muerte celular.
¿Qué dice el estudio?
Para estudiar el mecanismo nocivo de la erionita, los autores del estudio cultivaron en el laboratorio un tipo de células del sistema inmunitario conocidas como macrófagos y las pusieron en contacto con el mineral entre uno y 14 días. Los macrófagos están presentes en muchos órganos: pulmones, piel, hígado, intestinos, etc., y se encargan de absorber sustancias extrañas para neutralizarlas.
Los análisis demostraron que, una vez internalizada por estas células, la erionita tiende a liberar iones cargados positivamente que, a través de una serie de reacciones en cascada, provocan una alteración del pH celular. Aquí es donde entran en juego las mitocondrias, las «centrales eléctricas» de la célula. Para hacer frente a la alteración del pH, estos orgánulos sufren una especie de hiperactivación. «El resultado de esta hiperactivación es un aumento de la producción de radicales de oxígeno en las mitocondrias y, posteriormente, un sufrimiento mitocondrial que conduce a la muerte celular», explica Sonia Scarfì, autora del estudio y profesora de la Universidad de Génova.
«Dada la notable estabilidad química de la erionita en los fluidos biológicos, este mecanismo que conduce a la muerte celular puede repetirse indefinidamente», añaden Paolo Ballirano, autor principal de la investigación. El mineral, una vez liberado de nuevo al medio extracelular, es capaz de recuperar su potencial tóxico: «De ello se deduce que este fenómeno conduce a la inflamación crónica y al posible desarrollo de cáncer«.
Un tipo anormal de cáncer
El IARC ha incluido la erionita en el grupo de sustancias consideradas cancerígenas para los seres humanos; puede causar mesotelioma, un cáncer poco frecuente que afecta a las células del mesotelio, la membrana que recubre los pulmones, el corazón y los órganos abdominales. De los distintos tipos de mesotelioma, el que se desarrolla en la cavidad torácica se denomina pleural y es el más frecuente. Según el informe del instituto de cáncer, en lo que respecta al riesgo de desarrollar mesotelioma, la erionita parece ser incluso más peligrosa que el amianto.
Artículo originalmente publicado en WIRED Italia. Adaptado por Alondra Flores.