Es “prácticamente seguro” que 2024 será el año más cálido jamás registrado: Copernicus
El Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) ha informado que es “prácticamente seguro” que 2024 se convertirá en el año más caluroso jamás certificado. El pronóstico expone una vez más los impactos nocivos que está provocando la crisis climática en el medio ambiente. Los especialistas han hecho un llamado urgente a las autoridades de todo el mundo para fijar los problemas climáticos como una prioridad dentro de sus agendas.
El informe más reciente del sistema de monitoreo europeo vaticina que este año podría ser el primero en alcanzar un aumento en la temperatura global superior a 1.5°C, respecto a la era preindustrial. El avance ha causado preocupación. Samantha Burgess, subdirectora del C3s, señala que “esta tendencia marca un nuevo hito en los registros de temperatura global y debería servir como catalizador para aumentar la ambición de cara a la próxima conferencia sobre cambio climático [de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)]”.
El documento señala que, en los últimos 12 meses, el planeta se ha calentado 1.62°C en comparación con las décadas comprendidas entre 1850 y 1900. La quema a gran escala de carbón, petróleo y gas ha provocado un calentamiento sin precedentes del globo. El décimo mes de 2024 se convirtió en el segundo octubre más caluroso de cualquier otro año documentado. Los científicos observaron un incremento de 1.65°C en la temperatura en relación con el periodo anterior a la Revolución Industrial.
El fenómeno ha comenzado a tener efectos en diversos ecosistemas. El reporte de Copernicus alerta sobre una disminución del 19% en la extensión del hielo marino del Ártico certificada en octubre. La extensión de las capas heladas en aquella región alcanzaron su segundo nivel más bajo para la temporada con una caída promedio de 8%.
Los científicos explican que la situación ha generado lluvias más intensas en diferentes regiones. Europa se ha visto especialmente afectada. El reciente episodio de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) en España es muestra de ello.
“Nuestra civilización nunca tuvo que enfrentarse a un clima tan cálido como el actual. Esto inevitablemente lleva al límite absoluto nuestra capacidad de respuesta a fenómenos extremos y de adaptación a un mundo más cálido”, enfatiza Carlo Buontempo, director de Copernicus.
Esfuerzos insuficientes para frenar el calentamiento global
Los líderes mundiales se han comprometido a implementar medidas y políticas para evitar que el calentamiento global supere los 1.5°C hacia finales de siglo. Diversas investigaciones exponen que los esfuerzos han sido insuficientes hasta el momento. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) presentó el ‘Informe sobre la brecha de emisiones de 2024’. El estudio señala que las medidas actuales para frenar la huella de carbono son insuficientes.
Las emanaciones de GEI crecieron a nivel global 1.3% durante 2023. El incremento está por encima del 0.8% registrado en la década pasada. Los científicos alertan que la humanidad está cada vez más lejos de cumplir con los compromisos medioambientales que evitarían un desastre climático.
La obtención de recursos económicos es otra asignatura pendiente. El PNUMA calcula que el déficit de financiación para la adaptación al cambio climático está entre 194,000 y 366,000 millones de dólares anuales. “La solución más eficaz para abordar los desafíos climáticos es un compromiso global en materia de emisiones”, subraya Buontempo.
António Guterres, secretario general de la ONU, ha dicho que en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29), que se celebrará el próximo mes en Bakú, Azerbaiyán, deben presentarse planes nacionales realistas y decisivos para contrarrestar la situación. “Estamos tambaleándonos sobre una cuerda floja planetaria. O los líderes cierran la brecha de emisiones o nos precipitamos hacia un desastre climático, con los más pobres y vulnerables sufriendo más. La cuenta regresiva para tomar acciones ha comenzado”, asegura.