Escándalo en la casa real belga: por qué el hijo del polémico príncipe Laurent deja su formación militar de forma inesperada
El príncipe Laurent, hermano menor del rey Felipe de Bélgica, puede estar considerado como
la oveja negra de los royals
del pequeño país europeo, pero eso no evita que siempre se muestre orgulloso de su descendencia. Junto con su esposa,
la princesa Claire
, Laurent tiene tres hijos: la princesa Louise, de 20 años, y
los gemelos Nicolás y Aymeric, ambos de 18 años. Estos últimos fueron noticia este verano cuando su padre anunciaba a bombo y platillo que ambos estaban matriculados en el departamento preparatorio de la Real Escuela Militar de Sint-Truiden.
Los dos hermanos se encaminaban así a seguir los pasos de sus primos,
la princesa Elisabeth
y el príncipe Gabriel, que también han pasado por esta prestigiosa institución fundada en 1946. La futura reina de Bélgica
prestaba en 2023 juramento como oficial de la Real Academia Militar junto a sus compañeros de la 160ª promoción de Ciencias Sociales y Militares. Vestida con uniforme militar de gala, prometía «lealtad al rey, obediencia a la Constitución y a las leyes del pueblo belga».
Según publicaron los medios de su país en aquel momento, Aymeric planeaba estudiar la misma carrera que la princesa heredera, mientras que Nicolás aspiraba a completar un curso politécnico para convertirse en ingeniero. Ambos comenzaron su formación a finales de agosto, pero
solo uno de ellos sigue asistiendo a clase en la actualidad.
El príncipe Aymeric y su torpeza con las matemáticas
Según revela el príncipe Laurent al periódico ‘Het laatste nieuws’, su hijo Aymeric, que saltó a los titulares hace unas meses al descubrirse su romance con una joven de Bruselas llamada Gersende, ha abandonado su formación militar después de solo dos meses. «A nuestro hijo le encanta el ejército. Ha hecho muchos amigos y se siente como en casa. Pero es una escuela muy exigente.
Tenía dificultades con las matemáticas«, asegura con resignación en una noticia que ha causado estupor en Bélgica. Al parecer, las lagunas de Aymeric en geometría y trigonometría eran demasiado grandes para que siguiera motivado con sus estudios.
«Hay que tener en cuenta que en el colegio tenía cinco horas de clase de matemáticas a la semana y de repente eran trece horas. Normalmente, se empieza ahí después de un séptimo año de especialización, que yo no conocía, y
él no tenía esa preparación«, sigue explicando el hermano del rey Felipe, a modo de disculpa.
En cambio, Nicolás, el gemelo de Aymeric, no parece tener ningún problema con las asignaturas y prosigue su formación según lo previsto. Para su padre no es algo extraño que su hijo haya dejado los estudios tan solo dos meses después de arrancarlos: «Por lo que me han contado mis hijos, muchos alumnos ya han abandonado,
algunos incluso el primer día de clase. Aymeric, sin embargo, siguió hasta las vacaciones de otoño«.
Una larga serie de escándalos familiares
Este último traspiés en el seno de la familia de Laurent viene a unirse a una larga serie de incidentes que le han hecho
ganarse el apodo de ‘príncipe maldito’. En su currículum figuran tanto numerosos fracasos empresariales como mediáticas meteduras de pata, como cuando comparó la vida como miembro de la realeza belga con vivir bajo una dictadura.
Amigo del difunto dictador libio Gadafi y
defensor a ultranza del príncipe Harry
ante el maltrato que en su opinión ha recibido de los Windsor, ha sido noticia de nuevo recientemente porque según ha asegurado al diario ‘Het laatste nieuws’, está
preparando una nueva vida en el extranjero, concretamente en Italia.
«Me gustaría cambiar mi posición actual. Quiero participar menos en actividades públicas», asegura el príncipe Laurent, añadiendo que «no me comparo con el príncipe Harry. Siempre he sido empresario. Pero es cierto que me gustaría empezar una nueva vida». El royal se ha quejado recientemente de que se
«violan mis derechos humanos» porque tiene que «pedir permiso al Gobierno» si quiere por ejemplo viajar para ver al jefe de Estado luxemburgués,
el gran duque Enrique
, que es su primo.
El príncipe descarriado ya había dicho que estaba tan descontento en Bélgica que en tiempos
buscó el exilio en Libia antes de la caída del coronel Gadafi en 2011. Ahora Laurent afirma que espera ser más útil a su país si vive en el extranjero. «Estoy convencido de que podré desenvolverme mejor en esa nueva vida que en la que llevo ahora», declaró, mientras ha trascendido que está en trámites de conseguir la doble nacionalidad belga e italiana.