Estas son las maravillas astronómicas que veremos en el cielo de otoño
Para la Tierra, el otoño representa una transformación extrema. Uno de los polos se sumergirá en la completa oscuridad mientras el otro emergerá de la noche eterna. A partir del equinoccio de otoño, que ocurre a mediados de septiembre, los días se alargarán y las maravillas astronómicas del invierno comenzarán a asomarse. Si eres fan de la observación nocturna y te atraen los astros, no te puedes perder estos objetos astronómicos.
Saturno
Fotografía: AFP/Getty Images
Saturno, en oposición a principios de este mes, permanecerá claramente visible en el cielo durante gran parte de la temporada. Se encuentra dentro de la constelación de Acuario y es fácilmente reconocible por su luz intensa, clara y sin fluctuaciones. Puedes ver sus anillos con un telescopio pequeño o unos binoculares, aunque en esta época saturnina están casi recortados.
Triángulo de verano
El Triángulo del verano, formado por las tres estrellas más brillantes: Vega, Altair y Deneb, sigue viéndose durante todo el otoño en las primeras horas de la noche. Vega es la estrella más brillante de Lyra, Altair es la cabeza del Águila y Deneb es la cola del Cisne.
Galaxia de Andrómeda
Puedes verla sin mayor complicación si el cielo está lo suficientemente oscuro, lo que la convierte en el objeto más lejano visible a simple vista. Andrómeda es una galaxia espiral gigante, mayor que la Vía Láctea, situada a 2.5 millones de años luz. Se está fusionando lentamente con la nuestra y en los próximos miles de millones de años se convertirá en una gran espiral. No olvides observar su belleza con la instrumentación óptica pertinente.
Nebulosa de Saturno
Si el espectáculo de Saturno no te es suficiente, quizá deberías admirar la NGC 7009. Es llamada por el mismo nombre del gigante gaseoso por su parecido. Se trata de una nebulosa planetaria, formada cuando una estrella es incapaz de sostener el peso de su propia masa. Primero se convierte en una gigante roja y luego pierde sus capas exteriores. El gas expulsado forma la nebulosa, mientras que en el centro queda desnudo, lo que una vez fue el núcleo en una enana blanca.
Nebulosa de América del Norte
En el Cisne se encuentra NGC 7000 o la gran nebulosa de América del Norte por sus similitudes con el continente. Esta es una nebulosa de emisión, uno de los principales lugares donde nacen nuevas estrellas cuando la gravedad aglomera suficientemente el gas, desencadenando así reacciones termonucleares en los núcleos de las estrellas recién nacidas.
Mito de Andrómeda
Una W de estrellas, inconfundible, es la constelación de Casiopea. Alrededor, otras cinco constelaciones componen el mito de la princesa Andrómeda, de cuando fue encadenada por sus padres Casiopea y Cefeo a los acantilados del reino de Etiopía para que sirviera de alimento a la ballena. Perseo la rescata y ambos parten en el caballo alado Pegaso. Se pueden buscar las estrellas que forman Casiopea, Andrómeda, Perseo, Pegaso, Cefeo y la Ballena, con un mapa estelar o una aplicación planetaria como Stellarium.
Oriónidas
¿Quién dijo que las estrellas fugaces solo se producen en agosto? En octubre se da el pico de las Oriónidas, una lluvia de meteoros que tiene su origen en los fragmentos del cometa más famoso e importante de la historia: el 1P/Halley. El pico de este enjambre suele producirse en torno al 21 de octubre.
Gran nebulosa de Orión
Fotografía: YE AUNG THU/Getty Images
Orión se asomará a finales de otoño, pero no nos abandonará hasta la primavera. El gigante cazador, bajo las tres estrellas del cinturón, ofrece uno de los mayores espectáculos nebulares del cielo a través de su nebulosa M42. Puede verse incluso a simple vista, cuando el cielo está oscuro, y en ella nacen al mismo tiempo cientos de miles de nuevas estrellas.
Pléyades
El contrincante de Orión en el cielo es Tauro, que defiende una joya astronómica en su interior, las Pléyades. Siete estrellas a simple vista, unas 1,000 en realidad: un cúmulo estelar abierto formado por estrellas jóvenes, calientes y recién nacidas, todavía envueltas por un resto de la nebulosa de la que se formaron.
¿T Coronae Borealis?
Llevamos esperando desde mayo a la estrella T de la Corona Borealis. Se trata de una nova recurrente que se vuelve tan brillante como la estrella polar cada 80 años aproximadamente. La última vez que la vimos fue en 1946, ahora la esperamos para principios de 2025. Puede explotar en cualquier momento, incluso mientras tú lees este artículo.
Artículo originalmente publicado en WIRED Italia. Adaptado por Alondra Flores.