Este mecanismo promete generar energía eléctrica a partir de la rotación de la Tierra
La búsqueda de fuentes alternas de energía puede conducir a terrenos repletos de controversia científica. La idea de utilizar la rotación de la Tierra para crear electricidad es uno de esos escenarios pantanosos. Dado que el planeta gira desde hace miles de millones de años y lo seguirá haciendo por el mismo tiempo, su rotación luce como una fuente inagotable y gratuita de energía, si es que la humanidad encuentra la forma de aprovecharla.
La propuesta no es nueva y toda la física implicada en el proceso ya está fundamentada en los principios de la inducción electromagnética. Sobre el papel, convertir la energía rotacional del planeta en electricidad no es imposible, sin embargo, el consenso general científico considera que cualquier esfuerzo sería impráctico o simplemente nulo. La mejor evidencia de ello es que, en casi 200 años de estudio, aún no se se ha creado una máquina que pueda transformar esa energía eficazmente.
Por esta razón, cuando un equipo de científicos publicó en la revista Physical Review Research que había logrado generar 17 microvoltios a partir de la rotación de la Tierra, la comunidad de la ciencia tuvo que voltear. La cantidad de electricidad obtenida es ínfima (es menos de lo que libera una neurona al activarse), pero el mecanismo implementando tiene todo para ser escalable y conseguir más.
El cilindro que permite generar electricidad con la rotación de la Tierra
Christopher Chyba, Kevin Hand y Thomas Chyba presentaron en 2016 una base teórica para la generación de voltaje continuo a partir de la energía cinética del planeta. De acuerdo con la Universidad de Princeton, el equipo identificó una “laguna” en los argumentos que hasta entonces desestimaban esta posibilidad. Los materiales comunes cancelaban la corriente, pero quizá con algunos más excéntricos su teoría funcionaría. La investigación tardó nueve años en convertirse en un experimento demostrable: diseñaron un cilindro de 30 centímetros, hueco, hecho de ferrita de manganeso y zinc, con propiedades especiales que son al mismo tiempo un escudo magnético y un conductor débil.
“Este objeto blando conductor magnético posee propiedades topológicas y materiales que le permiten superar las objeciones teóricas a la generación de electricidad a partir del campo magnético terrestre. Aunque el objeto se encuentra estacionario en el laboratorio, este se mueve gracias a la rotación de la Tierra a través del propio campo magnético del planeta, lo que genera una fuerza magnética sobre las cargas del objeto conductor», explicaron los investigadores a través de un comunicado.
El equipo obtuvo 17 microvoltios de electricidad tras aislar su cilindro en un laboratorio libre de interferencias electromagnéticas. Para demostrar que la energía de su experimento podría ser atribuible a la propia rotación de la Tierra, replicaron el proceso en otro sitio alejado por varios kilómetros, sin la regulación necesaria. Los resultados presentaron interferencias, pero esencialmente se comportaron de acuerdo con su teoría de 2016. Con ello, comprobaron que el voltaje no se debía a una influencia local no identificada.
La energía por rotación está todavía muy lejos
Los autores se muestran optimistas ante los avances, pero reconocen que se trata únicamente de pruebas de concepto. Los resultados marcan un punto de partida para observaciones más precisas y a mayor escala. Otro grupo de científicos, completamente independiente, deberá reproducir el experimento para verificar los datos o refutarlos. En cualquier caso, el cilindro por sí mismo es un avance en el campo.
Producir electricidad a partir de la rotación de la Tierra no es “gratis”. Según los principios de conservación de la energía, la electricidad obtenida se sustrae directamente de la energía cinética rotacional del planeta. En otras palabras, cualquier extracción de energía actúa como un ligero freno sobre la rotación terrestre y, en caso de escalarse de forma significativa, podría incluso alargar la duración de un día.