Futbolista que se fugó en España: “Vivir en Cuba es muy difícil”
El guardameta del equipo Cuba de fútbol sala, Leonardo Hierrezuelo, contó a la prensa española cómo se fugó a finales de agosto del hotel donde estaba concentrado en Huelva y cuáles son sus propósitos en tierras ibéricas.
En conversación con La Vanguardia, Hierrezuelo contó que la decisión la había tomado con anterioridad, pues con sus 23 años pensaba que podía retomar su carrera deportiva en otro país o al menos vivir más dignamente que en la isla.
“Tomé la decisión cuando empezamos nuestra concentración en Portugal. No tenía claro esperar cuatro años más para volver a tener la oportunidad de buscar un futuro mejor”, dijo.
El portero cubano, de 23 años, comenzó a jugar al fútbol sala a los 16, pero a pesar de jugar en la primera división de su país con el club La Habana, no recibía ingresos por ello, y combinaba los entrenamientos diarios con su trabajo en un taller de reparación de bicicletas.
“Es muy complicado encontrar comida en los supermercados y, cuando la hay, está a precios altísimos (…) Mi madre solo cobraba unos 3.000 o 4.000 pesos cubanos, lo que equivale a 10 euros”, contó.
Hierrezuelo añadió que cuando viajaba al exterior con el seleccionado de fútbol sala lo hacía con el objetivo de “comprar cosas que se pudiesen vender bien en Cuba”.
“Vivir en Cuba es muy difícil, siempre ha estado mal, pero después del coronavirus todo ha ido a peor”, sentenció.
Ahora, desde el exilio en España, el deportista cubano está arrendado con un amigo, pero intenta empadronarse para ponerse a trabajar lo más rápido posible y “mandar dinero a Cuba” para ayudar a sus familiares.
El atleta capitalino es uno de los cientos de deportistas cubanos, que cada año escapan de la isla o desertan de algún evento, en busca de mejoras económicas y sociales.