viernes, noviembre 22, 2024
Cuba

guardianes de la historia y la navegación


MIAMI, Estados Unidos. – Los faros han sido desde tiempos inmemoriales guías invaluables para los marineros, y en un archipiélago como Cuba, estos gigantes luminosos no solo representan seguridad para la navegación, sino que también son testigos de la historia de la nación. 

Distribuidos a lo largo de las costas cubanas, los faros forman parte del patrimonio nacional y han sido fundamentales para la protección de embarcaciones en un entorno natural que presenta innumerables desafíos.

A lo largo del siglo XIX, cuando el Gobierno de Cuba comenzó a mostrar interés en el alumbrado de las costas, se erigieron más de 30 faros en todo el país. Entonces no solo servían para guiar a los marineros hacia puertos seguros, sino que también ayudaban a evitar los frecuentes naufragios y accidentes en las aguas que rodean el archipiélago.

Faro del Castillo de los Tres Reyes del Morro: un símbolo de La Habana

Uno de los faros más icónicos de Cuba es el del Castillo de los Tres Reyes del Morro, ubicado en la entrada de la bahía de La Habana. Este faro, que data de principios del siglo XIX, ha pasado por varias transformaciones, desde el uso de farolas de gas hasta la implementación de un innovador sistema de iluminación giratoria que permitía divisar su luz a 40 millas de distancia.

Faro de Punta de Maisí: el guardián del extremo oriental

En el extremo más oriental de Cuba se encuentra el faro de Punta de Maisí, también conocido como el Faro de La Concha. Erigido en 1862, es esencial para la navegación en el estrecho Paso de los Vientos, una peligrosa franja de agua que une el océano Atlántico con el mar Caribe. Con su potente luz de 3.790 bujías, el Faro de La Concha ha guiado a innumerables embarcaciones a través de estas aguas, ayudándolas a evitar los arrecifes y otros peligros que acechan en esta zona.

Faro Colón en Cayo Sabinal: un homenaje a Cristóbal Colón

Otro de los faros destacados de Cuba es el faro Colón, ubicado en Punta Maternillos, en cayo Sabinal, Camagüey. Este faro, que se alza a 52,5 metros de altura, fue construido en honor al almirante Cristóbal Colón y desempeña un papel crucial en la navegación por el Canal Viejo de las Bahamas. Con un alcance potencial de 38 millas, el faro Colón ha sido un salvavidas para muchas embarcaciones que navegan por esta región, especialmente en tiempos de tormenta.

Faro de cayo Paredón Grande: una joya de la ingeniería cubana

Situado en el norte de la provincia de Ciego de Ávila, el faro de cayo Paredón Grande es una obra maestra de la ingeniería cubana. Construido con hierro fundido y diseñado por el ingeniero don Francisco de Albear y Lara, este faro se alza sobre un abrupto peñasco en el archipiélago de Jardines del Rey. Con sus 48 metros de altura y 156 escalones, ha resistido los embates de ciclones y otros fenómenos meteorológicos, demostrando su durabilidad y fortaleza.

Faro Roncali: protector del extremo occidental

En el Cabo de San Antonio, en la península de Guanahacabibes, se erige el faro Roncali, un testigo silencioso de los numerosos naufragios que ocurrieron en esta región antes de su construcción en 1850. Este faro, situado en el extremo más occidental de Cuba, ha guiado a miles de naves a través de las peligrosas aguas del Caribe y el golfo de México.

El faro Roncali, nombrado en honor a Federico Roncali, conde de Alcoy, es conocido por su haz de luz que alcanza hasta 18 millas de distancia, ayudando a los marineros a navegar en condiciones difíciles. Con la reciente construcción de una carretera que facilita el acceso al Cabo de San Antonio, este faro se ha convertido en un destino para aquellos interesados en la historia y la naturaleza de Cuba.

Faro de Cabo Cruz: una joya en Granma

El faro de Cabo Cruz, también conocido como Faro Vargas, se encuentra en el extremo sur de la provincia de Granma. Con una altura de 32 metros, fue edificado en 1871 y ha sido un punto de referencia crucial para las embarcaciones que navegan por el golfo de Guacanayabo, una zona conocida por sus arrecifes peligrosos.

La torre del faro de Cabo Cruz, con su escalera de 155 peldaños, es un ejemplo de la arquitectura colonial y un testimonio de la importancia de los faros en la historia marítima de Cuba.



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