Harald y Sonia de Noruega preparan su descanso eterno: tumbas de lujo y 2’7 millones de euros
Mientras la familia real noruega sigue sufriendo las consecuencias del
escándalo de Marius Borg
, el conflictivo hijo mayor de la princesa Mette-Marit,
los reyes Harald y Sonia han decidido mirar hacia el futuro y embarcarse en un curioso proyecto, muy acorde con el mes de Halloween: la elección de sus propias tumbas.
Los padres del príncipe heredero Haakon protagonizaron en su día
una romántica historia de amor
digna de un cuento de hadas y ahora quieren que sus restos reposen juntos para siempre. No en vano,
Sonia fue la primera plebeya en casarse con un heredero al trono de la realeza europea y la primera también en convertirse en reina.
Harald y Sonia se conocieron
cuando apenas tenían 15 años, en un campamento de verano, en 1959. Él era el hijo del rey Olav V y ella la hija de un empresario del sector textil. Los dos jóvenes mantuvieron su relación en secreto casi durante una década, pero cuando comunicaron al rey sus planes de casarse, este se opuso al matrimonio.
Después de que sus respectivos padres trataran de alejarles –él se fue a Oxford, ella a Suiza, donde incluso se intentó suicidar– el joven heredero amenazó a su padre con renunciar al trono si no le dejaba casarse con Sonia, y Olav V
finalmente consintió el matrimonio.
Los planes para la eternidad de Harald y Sonia
Tras largas décadas de estable matrimonio, tras su boda celebrada en 1968 en la catedral de Oslo, ahora ambos están estudiando ya
todos los detalles de sus futuras tumbas conjuntas, aunque las autoridades reales afirman que el proyecto se encuentra en una fase muy temprana. El presupuesto para este proyecto es de 20 millones de coronas noruegas, unos 2,7 millones de euros y se ha encargado al prestigioso estudio noruega de arquitectura Snøhetta, que ya ha elaborado un plan inicial.
Harald y Sonia planean ya su futuro sarcófago. /
El sarcófago se colocarán en
la capilla funeraria real de la Fortaleza de Akershus, en Oslo. Allí descansan ya juntos también los padres de Harald V, el rey Olav V y Marta. Sus abuelos, el rey Haakon VII y la reina Maud, también están enterrados en este panteón.
Localizada en un estratégico enclave junto al mar, Akershus es una fortaleza de origen medieval que a lo largo de su historia ha sido escenario de numerosas batallas. Actualmente, es
una de las principales atracciones turísticas de Noruega. En el pasado el castillo funcionó como prisión y durante la Segunda Guerra Mundial algunos criminales fueron ejecutados en su interior. A día de hoy, la fortaleza aún continúa siendo zona militar, función que combina con su uso turístico, además de emplearse para eventos oficiales y como lugar de descanso eterno de los monarcas.
El rey Harald sigue de este modo los previsores pasos de
su prima, la reina Margarita de Dinamarca
, que hace más de veinte años comenzó a supervisar la construcción de su tumba. Se tomó tan en serio el proyecto que quiso registrar todo el proceso en una documental que llevó por título
‘Un sarcófago para una reina’.
Popularidad a la baja y abdicación en el aire
«No, mantengo lo que he dicho siempre. He prestado juramento al Parlamento y
este dura toda la vida«. Con estas declaraciones a la prensa, el rey Harald desmentía este año los rumores que hablaban de
una posible abdicación
en favor de su hijo Haakon.
Claro que estas palabras las pronunciaba antes del
desastre que supusieron sus vacaciones a Malasia
, de donde tuvo que ser evacuado en un avión medicalizado, y operado posteriormente del corazón. A esto hay que sumar sus
numerosos problemas de salud anteriores. Sin ir más lejos, pasó una semana en el hospital en mayo del año pasado. Tras ser tratado de una infección, fue operado de una pierna en 2022 y también contrajo el coronavirus dos veces durante la pandemia.
Marius Borg posa junto a su madre, la princesa Mette-Marit, su padrastro Haakon y sus hermanastros Ingrid y Sverre Magnus. /
Pero a pesar de su frágil salud, la situación actual de la monarquía en el país escandinavo no parece la más propicia para que el soberano abandone el trono. La
crisis de confianza en la familia real noruega se ha intensificado estas pasadas semanas, con tres de cada cuatro ciudadanos
oponiéndose a la abdicación del rey Harald
en favor de su hijo, tras la tormenta por la detención de Marius Borg.
El hijo mayor de Mette-Marit era acusado recientemente de
violencia de género
después de un conflictivo pasado y de tener antecedentes por temas relacionados con drogas y conducción imprudente. El joven fue arrestado y liberado con cargos tras presuntamente agredir a su pareja, pero
nuevas acusaciones siguen echando leña al fuego
de un caso que está enturbiando, y mucho, la imagen de la monarquía noruega.