Jorge Fernández Era presenta renuncia en UNEAC tras expulsión de Alina Bárbara López
AREQUIPA, Perú – El intelectual cubano Jorge Fernández Era envió una carta de renuncia a la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) en gesto de protesta y solidad con la historiadora Alina Bárbara López, quien fue expulsada de la citada organización el pasado jueves.
“No por esperada me produce menos indignación la expulsión como miembro de la profesora y académica matancera”, indica el escritor y humorista de la Isla en su misiva.
El texto recuerda que los estatutos de la UNEAC deberían procurar “el derecho a la información, a la palabra, al ejercicio del criterio, a la más amplia libertad de creación, a la investigación, a la experimentación, a la crítica, al debate y a la polémica”.
Sin embargo, López fue expulsada por “criticar” a los dirigentes del régimen cubano y, según denuncia Fernández Era, durante los dos últimos años la organización “no movió un dedo” para preocuparse por el acoso que ambos han sufrido por parte de la Seguridad del Estado y otros órganos represivos del Ministerio del Interior.
“Si son consecuentes con los burdos pretextos con que expulsan a Alina, mi turno esperará si acaso por la firma de algún funcionario del Departamento Ideológico del Comité Central. Para ahorrarles papeleo a burócratas y a subordinados, solicito mi renuncia”, señala la carta dirigida a la presidencia de la entidad.
Asimismo, el intelectual cubano resaltó que el acto contra López suma a capítulos “repugnantes” de la historia cubana como las UMAP, la Parametración, la Primavera Negra y “el manotazo del ministro”. Tales hechos, considera, no representan otra cosa que la consecución al pie de la letra de la máxima de Fidel Castro: “Con la Revolución todo, contra la Revolución nada”.
“Con su complicidad, la UNEAC se devela como la fuerza paramilitar que es, al servicio de los dictadores de turno”, subraya el escritor.
Represión y acoso de intelectuales en Cuba
A inicios de julio pasado, la organización defensora de los Derechos Humanos Amnistía Internacional (AI) denunció la represión contra el intelectual Jorge Fernández Era, acosado por el régimen de la Isla y condenado a un año de prisión domiciliaria por sus colaboraciones en medios independientes como El Toque y La Joven Cuba.
En un mensaje de apoyo al periodista, la directora para las Américas de AI, Erika Guevara Rosas, expresó desde la red social Twitter: “Nos unimos a la condena contra el acoso y la detención domiciliaria del intelectual Jorge Fernández Era, quien con su sátira ha reflejado la realidad cubana”.
Asimismo, condenó al Gobierno de Miguel Díaz-Canel por “seguir castigando el disenso y la crítica bajo su política sistemática de represión”.
Por esos días, más de 300 artistas, humoristas y escritores cubanos han firmado una petición de apoyo a Jorge Fernández Era.
Por su parte, Alina Bárbara López Hernández fue expulsada de la UNEAC este 12 de septiembre tras ser acusada de realizar “actividades contra la revolución”. La decisión, que no admite apelación, le fue comunicada durante una reunión en Matanzas, donde el Comité Provincial de la organización le notificó su separación definitiva.
Este hecho se suma a la serie de acciones represivas del régimen contra la académica, las cuales se han intensificado en los últimos meses.
A través de una publicación en su perfil de Facebook, la historiadora describió los detalles del proceso, subrayando que los funcionarios se negaron a entregarle una copia escrita del documento que contenía las acusaciones, bajo el pretexto de que era una “comunicación verbal”.
López Hernández relató que en la reunión estuvieron presentes el presidente del Comité, José Manuel Espino, y cuatro funcionarios que lideran las asociaciones artísticas de la organización. Durante la citación le informaron las “causas” de su expulsión, entre ellas la publicación de información interna en redes sociales y una supuesta ofensa a Julio César Pérez Verdecia, vicepresidente de la Asociación de Escritores.
De acuerdo con la académica, Pérez Verdecia ha estado vinculado a campañas de “cibercombate” dirigidas desde la Seguridad del Estado. Este último comentó en la página Atenea Matancera, una plataforma asociada a la Seguridad del Estado, que López “había perdido la vergüenza y violaba la paz en la ciudad”. López Hernández respondió diciendo que lejos de ofender, su defensa había sido ética, señalando que fue ella quien se sintió agraviada.
Las presuntas razones de la expulsión incluyen la realización de actividades “contra la revolución”, la publicación de críticas hacia la dirigencia cubana en medios como La Joven Cuba y CubaxCuba, y su apoyo a los manifestantes del 11 de julio de 2021 (11J). También fue acusada de “incurrir en delitos graves” contemplados en el Código Penal, específicamente desobediencia y atentado.
López Hernández defendió su derecho a la libertad de expresión y manifestación pacífica, derechos reconocidos en la Constitución de Cuba.