viernes, marzo 21, 2025
Cuba

José Gabriel Barrenechea, preso desde hace cuatro meses


LA HABANA, Cuba. – El periodista independiente y escritor cubano José Gabriel Barrenechea ha permanecido más de cuatro meses en prisión y en espera de juicio por el supuesto delito de “desorden público” tras participar en las pacíficas protestas del 8 de noviembre en la localidad de Encrucijada, provincia de Villa Clara. 

En un mensaje enviado a CubaNet desde la prisión La Pendiente, en la misma provincia, el intelectual expresó: “Es evidente, para mí, que un sistema político que no es capaz de tolerar el disenso pacífico, y los pedidos desde la calle, cuando los canales establecidos no han funcionado, no es ni justo ni representa un amplio consenso social, y en realidad tampoco es fuerte”. 

Tras varios meses de encierro, Barrenechea no alberga esperanzas de absolución. 

“No estoy por un ‘cambio de régimen’ de manera violenta. Como mis declaraciones y publicaciones lo demuestran, siempre lo he apostado todo a una evolución del actual sistema político, y a un acercamiento entre Cuba y Estados Unidos. Pero tras pasar meses preso, y tener como único horizonte un buen tiempo más en prisión, solo por participar en una manifestación pacífica y apolítica, nadie puede pedirme que sienta algo positivo por un sistema político, unas instituciones, y un cuadro dirigente, que son los responsables últimos de este infierno a que se ha reducido mi vida”, concluyó.

Personas cercanas a la familia y que solicitaron el anonimato explicaron a este medio que su madre, de 84 años de edad y muy enferma, ha quedado sola y a merced de la buena voluntad de amigos y familiares. Barrenechea, como su único hijo y familiar, se encargaba de su cuidado y “tenía que hacerle prácticamente todo”. Esta situación lo tiene aún más preocupado, porque sabe que es probable que no pueda volver a verla. Ella, por su parte, está desesperada y triste. 

“¡No nos van a callar!”

José Gabriel Barrenechea fue detenido el 8 de noviembre de 2024.  La jornada anterior, cientos de pobladores habían tomado las calles de Encrucijada para quejarse a ritmo de cacerolas ante la sede de la Asamblea Municipal del Poder Popular por un apagón de 48 horas ininterrumpidas. La protesta obligó a las autoridades locales a presentarse ante los manifestantes y terminó con el restablecimiento del suministro eléctrico. 

En videos circularon en Facebook se escuchaban a los villaclareños gritar: “¡No nos van a callar! ¡El pueblo es más!”. 

Ese mismo día, Barrenechea escribió en su perfil de Facebook: “Muy cívico el pueblo de Encrucijada, reclamando sin violencia, tras una semana de alumbrones y 45 horas de apagón, su derecho…”.

La Fiscalía alega que incitó a los manifestantes a tomar las calles y pretende enjuiciarlo por el supuesto delito de “sedición”. Sin embargo, Barrenechea asegura que su participación fue totalmente pacífica. En su mensaje a CubaNet, explicó: “Mi participación personal en esa protesta pacífica y apolítica (pues los ciudadanos se basaban en la exigencia de servicio eléctrico), se concretó en estar allí, sin tocar calderos, y en tratar de mantener ese carácter pacífico y apolítico”. 

Según personas cercanas al caso, los testigos en el proceso judicial son todos funcionarios y policías, quienes solo testimonian que Barrenechea fue una de las personas más activas en la manifestación en la cual su papel fundamental fue tratar de mantener el carácter “pacífico” y “apolítico”, como defiende él mismo. Una de las fuentes consultadas dijo a CubaNet que la Seguridad del Estado ha “presionado” e “intentado extorsionar” a otras personas para que testifiquen en su contra. 

Unos siete manifestantes de Encrucijada están siendo procesados judicialmente por las protestas del 7 de noviembre. A Barrenechea inicialmente lo acusaron por el supuesto delito de “sedición”. Ahora lo juzgarán por “desorden público”. 

La medida de prisión preventiva dictada por la Fiscalía por 90 días se extinguió el 13 de febrero. Una vez consumado este tiempo, el instructor del caso presentó el expediente en Fiscalía pero no fue aceptado “por falta de pruebas o por estar incompleto”, declaró a este medio una fuente cercana a Barrenechea. Por tanto, el expediente aún no se ha cerrado. 

Los primeros 10 días de su reclusión, el periodista ye escritor estuvo en huelga de hambre en protesta por su injusto encarcelamiento. Decidió abandonar la huelga cuando entendió que el proceso demoraría, también como forma de cuidar su salud y la de su madre, quien vive una agonía desde su encierro. 

El encierro ha agravado la salud física y psicológica de Barrenechea. Desde el primer día de la visita familiar, más de tres semanas después de su arresto, se mantenía recluido en condiciones infrahumanas. Una fuente familiar que solicitó el anonimato describió su situación de la siguiente manera: “desnutrición extrema, infecciones estomacales y de la piel, trastornos del sueño; ha pasado por estados ansiosos y también depresivos que agravan su estrés psicológico”. 

Actualmente, recibe visitas familiares cada 15 días. Según explicaron personas cercanas a él, su abogada pidió un cambio de medida debido a la condición de salud de su madre, pero le fue denegada. 

“No podemos permanecer en silencio…”

Barrenechea es licenciado en Física, pero ha desarrollado también una carrera como escritor y periodista independiente. Es autor de varios libros. Sus textos han sido publicados en las revistas Convivencia, Vitral, Voces, Otro Lunes, Cuba Encuentro y Árbol Invertido y en los periódicos 14ymedio y Diario de Cuba. Asimismo, ha colaborado con proyectos de la sociedad civil como Cuadernos para la Transición, junto al opositor Antonio Rodiles, y La Rosa Blanca, con el periodista independiente Henry Constantín.

Su posición frontal contra el régimen cubano le ha valido la censura y persecución por parte de la Seguridad del Estado. Desde 2019 permanece regulado por las autoridades cubanas por lo que no puede viajar fuera de Cuba; también se le niega el derecho a trabajar, y sus libros están prohibidos en la Isla.

A nueve días de su arresto, justo cuando llevaba a cabo una huelga de hambre, unos 200 activistas, periodistas y políticos de Cuba y de otros países firmaron una misiva para exigir la liberación del intelectual.

“Demandamos la inmediata liberación del escritor y activista, y, por extensión, de todos los presos políticos en Cuba. No podemos permanecer en silencio ante esta violación sistemática de los derechos humanos”, señala el documento.

Por el supuesto delito de “desorden público”, la Fiscalía solicita una sanción de entre tres y ocho años de privación de libertad. Una persona cercana a la familia afirmó que, teniendo en cuenta la experiencia en este tipo de procesos por motivos políticos, Barrenechea se prepara psicológicamente para resistir varios años en prisión, pero él “enfrentará esta situación con la dignidad que lo caracteriza”, aseguró la persona consultada. 



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