La historia de amor de Caritina Goyanes y Antonio Matos y su gran boda ibicenca
El último post que publicó en Instagram
Caritina Goyanes fue una preciosa dedicatoria de amor a su marido, Antonio Matos. «16 años!!! Y 16000 millones de veces te volvería a elegir para recorrer este camino juntos!!! Te quiero». Con esas palabras celebraba su decimosexto aniversario de boda la empresaria,
fallecida el pasado lunes a los 46 años
tras sufrir un infarto en su casa de Marbella. Este durísimo golpe para su familia ha sido todavía más trágico si cabe, ya que se producía apenas 19 días después de
la muerte de su padre, Carlos Goyanes
, y tan solo un día más tarde de que falleciera su tío, Tito Goyanes.
El viudo de Caritina no podía ocultar su dolor junto a los dos hijos de la pareja, su suegra,
Cari Lapique, y su cuñada,
Carla Goyanes, cuando encabezaban el funeral de Caritina e iban recibiendo las muestras de cariño y pésame de los asistentes. El cuerpo de la fallecida era velado en el tanatario La Paz de Alcobendas antes de su entierro en el panteón familiar del cementerio de San Isidro.
Su hermana Carla se despedía de ella a través de sus redes sociales con una emotiva carta en la que le aseguraba «que voy a ser muy fuerte y voy a cuidar a tus hijos todo lo que me dejen como si fueran míos, voy a cuidar a mamá por las dos y
voy a cuidar a Matos porque sé cuanto le querías. Verás crecer desde el cielo a tus hijos y vas a estar muy orgullosa de ellos«.
De un amor por sorpresa a su boda en Ibiza
Hablando sobre los inicios de su relación con Antonio Matos, Caritina reconocía que
«lo nuestro surgió cuando menos lo esperaba». Fueron unos amigos comunes los que les presentaron en 2004 y cuatro años después, decidían
celebrar su boda en Ibiza. El enlace fue por todo lo alto: ante 500 invitados y con la novia llegando a la iglesia en un Bentley descapotable que conducía su orgulloso padre.
En su capacidad de wedding planner, fue la propia Caritina la que se encargó de organizar toda la boda, que tuvo lugar en la localidad ibicenca de Sant Josep de Sa Talaia. Entre los VIPs que no se quisieron perder el ‘sí, quiero’ estuvieron
Vicky Martín Berrocal, Lolita, Nati Abascal o Colate, junto a muchos otros rostros conocidos.
Siempre discreto, el novio ha preferido
permanecer durante todos estos años en un segundo plano. Formado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Pontificia de Comillas, tras pasar por varias empresas actualmente es socio en una correduría de seguros. Personas de su entorno le han descrito como un hombre «muy trabajador» y que estaba
«profundamente enamorado de su mujer».
Un amor que la propia Caritina se encargaba de gritar a los cuatro vientos en las numerosas imágenes que compartía con sus seguidores de Instagram. En ellas se mostraba orgullosa de su esposo y de lo unido que estaba su pequeño núcleo familiar. Así, hace unas semanas los cuatro acudían
en Madrid al concierto de Taylor Swift
o celebraban junto al resto del clan los 79 años de Carlos Goyanes.
Un bache en su matrimonio salvado por la religión
Pero el matrimonio de Caritina y Antonio no siempre fue un camino de rosas. Según reveló la empresaria en una entrevista con MaterMundiTV, la
«insatisfacción vital» que padecía llegó a afectar a su relación. «Yo tenía mi vida perfecta, mi trabajo, mi casa monísima, pero me preguntaba qué haría si fallaba algo. Ese miedo se convirtió en ansiedad, no me dejaba hacer nada y me di cuenta de que tenía que poner freno porque
estaban pagando el pato mi marido y mis hijos«.
La solución la encontró en
los retiros de Emaús, que nacieron en Miami y están basados en la lectura de la parte del evangelio según san Lucas, que versa sobre los acontecimientos en el camino a Emaús y están considerados como un retiro de laicos para laicos. Esto supuso un antes y un después para Caritina, que empezó entonces «a quitar mis miedos y a priorizar lo importante».
De lo importante que fue para ella refugiarse en la fe daba cuenta en sus redes sociales con motivo de su decimoquinto aniversario de boda. «Solo doy gracias a Dios cada día por todo por lo bueno, pero también por lo malo, que aunque a veces ha sido doloroso, nos ha enseñado lo que de verdad importa y a
poner a Dios en el centro de nuestro matrimonio«, eran sus palabras junto a una foto de ambos.