La infanta cristina gestiona con cierta preocupación los líos amorosos de sus cuatro hijos
Este verano que a punto está de terminar ha sido especialmente ajetreado para la
infanta Cristina
. Y no solo porque haya sido el primero que ha disfrutado como
mujer felizmente divorciada
. También porque
los amores de juventud de sus cuatros hijos le están dando más guerra de lo que ella podría haber pensado.
Juan, Pablo, Miguel e Irene son cuatro jóvenes de estilos de vida muy diferentes pero que coinciden, al parecer, en una cosa: haber encontrado el
primer amor de juventud.
Con más o menos suerte, también es cierto.
En cualquier caso, estos romances están pasando bastante desapercibidos. Y es que los hermanos Urdangarin siguen siendo discretos en sus vidas, algo en lo que
no se parecen en nada a sus primos Marichalar.
Pablo e Irene Urdangarin, las relaciones más estables de los hijos de la infanta Cristina
Hablar de los novios de los hijos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin es hablar de discreción, prudencia y ausencia de escándalos. Todo lo contrario a las relaciones sentimentales de sus primos Marichalar, rodeados siempre por los escándalos. En el caso de Froilán, y hasta que se fue a vivir a Abu Dabi, sus
romances con Mar Torres y Belén Perea nunca estuvieron exentos de polémica y problemas varios. Su hermana Victoria, a quien se la ha relacionado con el torero Roca Rey, el DJ Jorge Bárcenas o el piloto de Moto2 Albert Arenas, también ha protagonizado historias complicadas y nada discretas.
Su primo Pablo Urdangarin, dedicado profesionalmente al balonmano
en el equipo Fraikin BM Granollers
y heredero natural de la pasión deportiva de su padre, mantiene una relación estable desde hace más de dos años con Johanna Zott. La joven estudiante de Medicina, que estuvo el curso pasado en Munich con una beca Erasmus y a quien conoce de sus años como alumno en el Liceo Francés de Barcelona, es ya una más en la familia de su novio, y se lleva de maravilla tanto con la infanta como con el exduque de Palma.
Es habitual ver a Zott animando a su pareja en sus partidos de balonmano e incluso abrazarse y besarse en público. ¿Por qué no?
La infanta Cristina
puede estar tranquila en cuanto a la relación de su hijo Pablo, quien dada su dedicación deportiva necesita muy especialmente esa estabilidad y apoyo que le proporciona Johanna. No le inspira la misma tranquilidad la relación de su hija Irene con Juan Urquijo, un romance destapado a principios del verano y que parece que se fraguó antes de que la pequeña de los Urdangarin se fuera a Camboya a trabajar como voluntaria. Los meses que estuvo lejos del cuñado de José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid y casado con su hermana Teresa Urquijo, no hicieron mella en este romance.
Miguel y Juan, los hermanos con romances misteriosos
Con el regreso de
Irene a España
–está instalada en Zarzuela junto a su abuela doña Sofía–, la joven disfruta de un intenso verano junto a su novio y ya han asistido juntos a eventos de índole familiar como
la boda de Victoria López-Quesada, prima lejana de Irene, además de amiga. Pero la sobrina de Felipe VI estudiará este próximo curso en la prestigiosa University College London, en el Reino Unido, y su madre siente cierta preocupación sobre un posible «despiste» o rendimiento bajo debido a su romance con Urquijo, que actualmente vive en Madrid.
Si los romances de
Pablo Urdangarin con Johanna Zott
e Irene con Juan Urquijo parecen ir viento en popa,
las relaciones sentimentales de Miguel y Juan Urdangarin no son para nada claras. El menor de los hijos varones de doña Cristina, Miguel, estudió Ciencias del Mar en la Universidad de Southampton, también en el Reino Unido, y tuvo un accidente de esquí que le ha impedido dedicarse a ser monitor en Suiza. Hoy es el otro huésped de la emérita en el palacio de la Zarzuela junto a su hermana Irene y se desconoce aún a qué se dedicará durante este próximo curso. Solo se le ha conocido una «amiga especial», Olympia, de familia venezolana residente en Suiza pero que ahora estudia en Madrid.
Y por último queda
Juan, el mayor y más introvertido de los Urdangarin y cuya vida en general es un misterio. Se sabe que vive y trabaja en Londres en una empresa de Alejandro Agag. Y a su vuelta a España para
la boda de Victoria López-Quesada
se le ha atribuido un fracaso sentimental con una supuesta novia en Londres. Algo que no se ha confirmado pero que ha añadido más preocupaciones a la propia infanta pues, de tener algo de cierto, su hijo mayor también necesitará de atención y consejos. Pero es que cuando se tienen hijos mayores ya se sabe: los problemas crecen como ellos.