La inteligente estrategia de Máxima de Holanda para recuperar la popularidad
No corren los mejores tiempos para
la monarquía en los Países Bajos. En una reciente encuesta,
el rey Guillermo Alejandro
contaba con un 53% del apoyo de los ciudadanos, cuando en su subida al trono hace once años era de un rotundo 75%.
La reina Máxima
también ha visto cómo su popularidad disminuía del 61% con el que contaba el año pasado, a un 55%. Por eso
el matrimonio royal está redoblando esfuerzos para conquistar los corazones de los holandeses.
Así lo demostraron los monarcas frisones en su reciente visita a la provincia de Zelanda. Allí Guillermo Alejandro y Máxima visitaron la isla de Walcheren, donde hablaron con ciudadanos de a pie y empresarios sobre el desarrollo en esta región costera. Durante la visita, la argentina demostró una vez más
su calidez, naturalidad y cercanía.
Especialmente dulce fue
su encuentro con una niña a la que su madre había colocado en una barandilla para que pudiera ver mejor a la pareja real. Máxima se detuvo para hacerle unas carantoñas y acariciar cariñosamente la barriguita de la pequeña. Según los medios locales, los espectadores quedaron encantados con la espontaneidad de la reina.
La reina impresionó también con el look que lució en esta visita a la provincia suroccidental de Holanda. No era la primera vez que la veíamos con
este vestido de encaje y volantes, por el que ya apostó (tocado a juego incluido) durante un viaje a Viena. Aunque el outfit parecía demasiado elegante para el día a día, ha resultado ser un auténtico todoterreno, ya que vestida con él la hemos visto cocinar, acariciar caballos e incluso viajar en el metro.
Objetivo: ganar puntos en las encuestas
Con el pequeño
escándalo de la princesa Laurentien
y las
acusaciones de racismo
a costa de la detención errónea de unas personas que aparentemente seguían a la princesa Amalia, cualquier gesto de los reyes de los Países Bajos para
aumentar su popularidad en entredicho, suma puntos.
Con esta intención, los reyes Guillermo Alejandro y Máxima mostraron su imagen más sonriente y familiar en el último
Gran Premio de Holanda de Fórmula 1. La reina, como de costumbre, lució impecable con una blusa verde y una veraniega falda blanca con estampado de hojas en el Circuit Park de Zandvoort.
En las fotos del evento pudimos verla abrazando a la princesa Annette, que está casada con el príncipe Bernhard, primo de su marido. En otras instantáneas la vimos también posar junto a
su hija Alexia y el primo de esta, el conde Claus. La familia real no pudo disfrutar con la victoria del héroe local, Max Verstappen, y finalmente el más rápido fue el británico Lando Norris.
Vuelta a la rutina: los planes de la princesa Alexia
Con el verano a punto de terminar, vamos conociendo
los planes de futuro de las hijas de los reyes holandeses y la última en desvelar sus intenciones ha sido
la princesa Alexia
. Después de que los medios de su país la tacharan de
«perezosa» y «arrogante» por no desvelar de forma reiterada qué pensaba hacer con su vida tras tomarse un año sabático, ahora por fin lo sabemos.
Ha sido la oficina de información del gobierno holandés la que ha anunciado que la royal se ha decidido por una carrera y empezará a estudiar este mes de septiembre. La joven de 19 años quiere
licenciarse en Ciencias e Ingeniería para el Cambio Social en el University College London. Según revela la página web de esta universidad, la princesa aprenderá «conocimientos multidisciplinares que se demandan en empresas, organizaciones benéficas, autoridades públicas y políticas» y se formará como «líder de la próxima generación en el cambio social». Además, allí
coincidirá con Irene Urdangarin.
Aunque los padres de la princesa confiaban en que se quedara en el país, ya que según Máxima también había solicitado estudiar en la ciudad de Groninga, empezar una carrera lejos de los Países Bajos puede ser una ventaja para Alexia. Recordemos que su hermana
Amalia ya tuvo que marcharse a Madrid
a estudiar tras las amenazas a su seguridad por parte de la
Mocro Mafia.