La Nebulosa del Lobo Oscuro que acecha desde el espacio
La de arriba es la inquietante imagen de una nebulosa llamada «Lobo Oscuro» (Dark Wolf Nebula) publicada por el Observatorio Europeo Austral (ESO). La silueta del lobo oscuro destaca contra el colorido cielo estrellado. Dependiendo de cómo se mire, puede parecer que el hombre lobo está a punto de atacar a un transeúnte desprevenido. ¿Puedes verla?
¿Cómo llegar?
La Nebulosa del Lobo Oscuro es visible cerca de la parte central de la Vía Láctea, hacia la constelación de Escorpio. Situada a unos 5,300 años luz de la Tierra, en realidad forma parte de una nebulosa más grande llamada Gum 55.
La Nebulosa del Lobo Oscuro es una nebulosa densa y fría que está compuesta principalmente de gas hidrógeno, pero también contiene una alta densidad de polvo. Esto bloquea la luz de los cuerpos celestes detrás de ella. Además, este polvo absorbe la luz dentro de la nebulosa, como la luz visible, cuya longitud de onda es más corta que la luz infrarroja. Las nebulosas que parecen negras a simple vista se denominan «nebulosas oscuras».
Fuentes de estrellas
Aunque su nombre pueda parecer sorprendente, en esta oscura nebulosa suelen nacer nuevas estrellas. Las nebulosas oscuras están formadas principalmente por gas hidrógeno denso y frío, que se atraen entre sí por la gravedad y se acumulan para formar un «núcleo de nube molecular». Las estrellas nacen dentro de este núcleo de nube molecular.
La Nebulosa del Lobo Oscuro es visible porque está recortada por las coloridas nebulosas detrás de ella, e incluso dentro de estas coloridas están naciendo nuevas estrellas. Las nebulosas coloridas brillan porque el gas hidrógeno que las forma absorbe los intensos rayos ultravioleta emitidos por las estrellas recién formadas, dándoles entonces un brillo rojizo.
La Nebulosa del Lobo Oscuro no se puede ver a simple vista, pero algunas nebulosas oscuras se pueden ver a simple vista. Por ejemplo, hay una nebulosa llamada Coalsack (Saco de carbón) (Caldwell 99).
El mayor de los enojos
Coalsack (Saco de Carbón) se encuentra a unos 600 años luz de la Tierra en dirección a la Cruz del Sur. Aunque se puede observar a simple vista, el primer europeo que vio esta nebulosa fue probablemente el navegante y aventurero español Vicente Yáñez Pinzón. Se dice que Pinzón la vio cuando navegaba hacia las costas de América del Sur en 1499.
Coalsack también tiene un mito interesante. Según la mitología inca, el dios Atagchu pateó la Vía Láctea en un ataque de ira, provocando que los escombros cayeran al cielo y formaran la Pequeña Nube de Magallanes, dejando un saco de carbón a su paso.