jueves, marzo 6, 2025
Ciencia y Salud

La primera computadora biológica comercial, que funciona con neuronas humanas, ya es una realidad y se llama CL1


La compañía australiana, Cortical Labs, ha presentado la primera computadora biológica comercial del mundo. Este innovador producto, denominado CL1, es capaz de procesar información mediante neuronas reales cultivadas a partir de células madre humanas. Su diseño promete ser más dinámico, sostenible y eficiente en el consumo de energía, en comparación con los chips de silicio empleados actualmente en modelos de inteligencia artificial (IA) de última generación.

El funcionamiento de CL1 se basa en un sistema de Inteligencia Biológica Sintética (SBI, por sus siglas en inglés) que integra, sobre un chip de silicio, células neuronales humanas cultivadas en laboratorio. Estas neuronas son capaces de adaptarse al entorno y formar conexiones de manera autónoma. «Las neuronas reales se cultivan en una solución rica en nutrientes que les proporciona todo lo necesario para crecer sanas. [El sistema] incluye un soporte vital interno que las mantiene vivas hasta por seis meses», explican los desarrolladores.


Close up de un ojo borroso y el diagrama de la luz que entra en este sobre una imagen de escáneres cerebrales

Neuralink, de Elon Musk, y otras compañías de biotecnología están desarrollando dispositivos que permitirían dotar a las personas con ceguera de un sentido de la vista parcial y básico.


El microprocesador actúa como una interfaz que recibe, interpreta y envía impulsos eléctricos a las neuronas, lo que permite la comunicación bidireccional entre los componentes biológicos y el hardware. Este proceso es posible gracias a biOS, un sistema operativo único en su tipo que ejecuta un mundo simulado y transmite información a las neuronas sobre este entorno artificial. Las respuestas neuronales, a su vez, modifican dicho contexto virtual.

Los científicos de Cortical Labs destacan que una de las principales ventajas de CL1 es su eficiencia energética. “[Esta computadora] requiere insumos mínimos y consume solo una fracción de la energía utilizada por otras tecnologías, lo que permite plazos de investigación más largos”, señalan. Se estima que cada una de las unidades de procesamiento de gráficos (GPUs), empleadas en los centros de datos convencionales que soportan las cargas de trabajo de IA, puede consumir más de 3.7 millones de watts (W) al año. En contraste, un solo rack de CL1 usa entre 850 y 1,000 W.

CL1 computadora biológica

Computadora biológica CL1

Cortesía Cortical Labs.



Source link

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *