La Seguridad Social inicia la revisión de las cotizaciones sociales de los autónomos de 2023
La Seguridad Social empezará a notificar masivamente en los próximos días la regularización de las cotizaciones sociales de los autónomos correspondientes a 2023, el primer año que funcionó el nuevo sistema de cuotas por rendimientos netos. El reciente protocolo permite a los trabajadores por cuenta propia ajustar sus bases de cotización según sus previsiones de ingresos netos. Ahora, el departamento de las pensiones cruza datos con la Agencia Tributaria para ajustar por primera vez lo que cada autónomo ha pagado de más o de menos en función de sus ingresos reales declarados de forma obligatoria.
El comienzo de las notificaciones del proceso de regularización se producirá en unos días, en la primera semana de diciembre previsiblemente, afirman fuentes del Ministerio de Seguridad Social y varias asociaciones representativas del colectivo. Los días previos recibirán la información de las bases de cotización definitivas a través de correo electrónico, carta física y el portal ‘Importass’ de la Tesorería General de la Seguridad Social. A su vez, la información estará disponible a través del sistema RED de la Seguridad Social.
Este proceso es absolutamente novedoso en el colectivo y, debido a su complejidad técnica, provocará un decalaje de más de un año desde terminó el primer año bajo el nuevo sistema, aunque la Seguridad Social se aproxima a los plazos previstos. Afectará a los más de 3,6 millones de trabajadores por cuenta propia, si bien las previsiones que maneja el Ministerio o asociaciones como ATA aproximan una cifra más baja que todavía se desconoce. La fase que arrancará estos días es la comunicación previa al ajuste de oficio.
Un ajuste histórico
El sistema de cotización por ingresos reales, pactado con las principales organizaciones de autónomos durante el pasado bloque reformista del exministro José Luis Escrivá, está en vigor desde enero de 2023. El nuevo sistema permite a los autónomos elegir sus bases de cotización entre unos determinados tramos, pudiendo cambiarlos cada dos meses, con un total de seis cambios al año, para adaptar su cotización a sus previsiones de ingresos en cada época del año y de su actividad profesional. Más de medio millón de ellos había ajustado sus bases de cotización a lo largo del ejercicio.
Esta flexibilidad, sumado al decalaje que llevan los datos fiscales, es la que obliga a la Seguridad Social y a los autónomos a ajustar las cuotas abonadas de más o de menos con 14 meses después de terminar 2023, año de referencia de la regularización. La Seguridad Social calculó que las notificaciones arrancarían en noviembre, aunque será a comienzos de diciembre. A algunos autónomos les saldrá a pagar, y a otros devolver.
Si la cuota elegida durante el año por el autónomo fuera inferior a la cuota mínima que le correspondería por los rendimientos netos obtenidos, tras el cruce de datos con Hacienda, se notificará al trabajador el importe de la diferencia. La devolución o ingresos de oficio está prevista para el próximo mes de febrero, aunque podría estirarse a marzo debido al retraso inicial.
El trabajador por cuenta propia deberá abonar ese importe antes del último día del mes siguiente a aquel en que se haya recibido la notificación con el resultado de la regularización. Si, por el contrario, la cotización realizada por el trabajador autónomo fuera superior a la correspondiente a la base máxima del tramo en el que estén comprendidos sus rendimientos, la Seguridad Social tendría que devolver al autónomo las cuotas pagadas de más en 2023 antes del 30 de abril de 2025.
El sistema entra progresivamente hasta 2032
El reformado régimen de los autónomos se va incorporando de forma progresiva hasta 2032 –un periodo de transición de nueves años– con el objetivo de acercar el nivel de cuotas abonadas por este colectivo al de los asalariados, que en comparativa tienen unas bases de cotización mayores. Cada tres años, la Seguridad Social deberá pactar las nuevas tablas.
El próximo ajuste será en 2026 y durará otros tres años. Con la subida de cuotas el Ejecutivo espera ingresar extra el 0,4% del PIB en 2032, cuando su cotización se equipare con la de los asalariados, el equivalente a 5.400 millones en cuotas, un 45% más de lo que generan en la actualidad. Así, conseguiría mejorar su aportación a la caja de la Seguridad Social, pero también garantizarles una mayor protección social.
Este 2024, la cuota para un autónomo con rendimientos netos (ingresos menos gastos) iguales o inferiores al salario mínimo interprofesional es de 225 euros, ligeramente inferior a a los 230 euros de 2023, año sobre el que se reclamarán o devolverán cuotas. Las tarifas de 2025 ya están acordadas, e irán de desde los 200 a los 590 euros mensuales.
Para aquellos con rendimientos netos superiores a 1.300 euros e inferiores o iguales a 1.500 euros, y por encima de 1.500 euros e inferiores o iguales a 1.700 euros, la cuota es de 294 euros, la misma que en 2023 y 2025.
Mientras que en los tramos de rendimientos más bajos la cuota decrece en el periodo 2023-2025, a partir de rendimientos netos superiores a 1.700 euros la cuota se ha ido incrementando a lo largo de esos tres años. Así, un autónomo que presente rendimientos netos por encima de los 3.620 euros y hasta 4.050 euros, o igual a ese monto, (tramo 13) paga 400 euros en 2024, diez euros más que en 2023 pero 90 euros menos de lo que pagará en 2025.
En el último tramo, el decimoquinto, se encuentran todos los autónomos con rendimientos netos superiores a los 6.000 euros. Su cuota para este 2024 es de 530 euros, lo que supone 30 euros más que en 2023 pero 60 euros menos de lo que abonarán en 2025.