jueves, abril 10, 2025
Ciencia y Salud

La startup que quiere recuperar al mamut afirma haber “desextinto” a los huargos, los lobos gigantes prehistóricos


El equipo de científicos de la startup Colossal Bioscience afirma haber “revivido” especímenes de Aenocyon dirus, los lobos gigantes que se extinguieron hace más de 10,000 años en América. En la serie ficticia Juego de Tronos, el escritor George R.R. Martin los representó bajo la figura del huargo (dire wolf, en inglés), los protectores de la familia Stark. En la realidad, la ciencia se ha acercado, aunque sea un poco, a contar con tres ejemplares gracias a la ingeniería genética. Sin embargo, mientras la compañía anuncia a los cuatro vientos que ha conseguido, por primera vez en la historia, “desextinguir» a un animal, la comunidad científica se mantiene escéptica.

Los cachorros de lobo huargo de Colossal Bioscience se llaman Rómulo y Remo, dos machos color blanco, cuyos nombres se inspiran en la leyenda de los hermanos que fundaron Roma, y una hembra llamada Khaleesi, nombre que tomaron prestado del personaje de Daenerys Targaryen. De acuerdo con la información compartida por la firma, pudieron nacer gracias al ADN recuperado de un fósil de diente de Aenocyon dirus, el cual data de hace 13,000 años, y un hueso del oído interno, de hace 72,000 años.

X content

This content can also be viewed on the site it originates from.

Cómo se “desextingue” un animal

El ADN antiguo de animales extintos suele estar degradado a un grado significativo, lo que provoca la aparición de “lagunas de información» durante el proceso de secuenciación. El rompecabezas genético casi siempre está incompleto. Los científicos han aprendido a enfrentar el reto “parchando” la información genética con el ADN de especies vivas estrechamente relacionadas. El enfoque se ha usado con mamuts y elefantes, dodos y aves; y finalmente con huargos y lobos grises.

El equipo de Colossal Bioscience identificó las características genéticas que vuelven único al Aenocyon dirus e insertó las instrucciones al ADN de lobos grises modernos. Este rompecabezas genético, que combina genes de huargo y lobo, fue introducido en óvulos sin núcleo y posteriormente implantado en el útero de lobos hembra para su gestación. Los embriones se desarrollaron con éxito, y con ello nacieron los primeros cachorros de Aenocyon dirus de la era contemporánea. El método no es tan diferente al que dio origen a la oveja Dolly en 1996.

Rómulo, Remo y Khaleesi crecen sanos en el complejo de Colossal Bioscience. Los machos nacieron en octubre de 2024 y la hembra en enero de 2025. Cuando crezcan, tendrán los hombros más pronunciados, la cabeza más ancha y sus patas serán mucho más fuertes que los lobos grises actuales. Por ahora, siguen siendo unos cachorros pero, según cuenta WIRED en una visita al reciento de 800 hectáreas donde viven, los machos ya pesan 36 kilos.


Por qué revivir el debate de la clonación humana.

En ovejas, ratones, perros y caballos está bien, pero ¿qué hay con la clonación humana? Más allá de la viabilidad, ¿cuáles son los límites éticos que debemos afrontar?


Los resultados son prometedores aunque conviene hacer una aclaración. En estricto sentido, no son huargos prehistóricos clonados (una imagen que puede atribuirse a la película Jurassic Park), sino lobos actuales modificados genéticamente para que expresen genes que los hagan ver como sus parientes extintos. En ese franja difusa se sitúa un debate científico sobre si usar o no el término “desextinción”.

“Si podemos observar a este animal y ver qué hace, y parece un huargo y actúa como tal, lo llamaré huargo. Y mis colegas taxonomistas no estarán de acuerdo conmigo”, explicó para WIRED, Beth Shapiro, directora científica de Colossal Bioscience. “La idea de poder ver una especie que llevamos a la extinción y que ahora hemos rescatado de la extinción puede ayudar a la gente a replantear nuestra forma de pensar sobre la crisis de la biodiversidad”, agregó.

La startup también se ha hecho famosa por sus recientes experimentos con ratones lanudos con pelo de mamut, con los “dodos funcionales” y con su investigación para completar el genoma del extinto tigre de Tasmania.





Source link

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *