La Tierra acaba de atravesar otra tormenta geomagnética G4; lanzan advertencia por posibles afectaciones
Servicios de monitoreo de clima espacial advirtieron que, durante el fin de semana, la Tierra se vio afectada por una tormenta geomagnética que alcanzó condiciones de categoría G4 (severa). Además, se han lanzado advertencias pues se pronostican posibles errores en las telecomunicaciones y redes eléctricas durante las primeras horas del 2 de junio. El Sol continuará enviando partículas cargadas durante los siguientes días, pero solo generará tormentas geomagnéticas de intensidad moderada.
Las tormentas geomagnéticas son perturbaciones temporales en la magnetósfera terrestre que se generan por la interacción del viento solar sobre el campo magnético de la Tierra. Dependiendo de su velocidad, densidad u orientación, el viento solar puede alterar en mayor o menor medida a la magnetósfera. Para conocer su afectación y emprender protocolos de protección, los científicos usan una escala de cinco niveles de tormenta: de la G1 a la G5.
Por la mañana del 1 de junio, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos y el Servicio de Clima Espacial de México (SCiESMEX) advirtieron la llegada de una tormenta solar de categoría G4. Estas pueden provocar problemas en el control de voltaje en tecnología espacial, desconexiones de servicios claves en la red, una degradación en la información enviada por satélites y auroras boreales extendidas más allá de los polos de la Tierra.
Hasta ahora no se han registrado afectaciones importantes, aunque auroras boreales aparecieron en múltiples estados al sur de Estados Unidos. La actividad de este fenómeno continuará mientras las condiciones climáticas espaciales se mantengan activas. Para el 2 de junio, la alerta de tormenta geomagnética se mantenía en G3 y G2.
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La intensa actividad del Sol continuará
El 20 de mayo, el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA registró la llamarada solar más potente de lo que va del 2025. Los científicos estiman que es probable que surjan más durante el año debido a que la estrella se encuentra en su periodo de máxima actividad solar, un proceso que toma 11 años, en promedio.
Las llamaradas son explosiones repentinas y altamente energéticas en la atmósfera del Sol, producto de la reorganización de los campos magnéticos en las manchas solares. A su vez, estas generalmente vienen acompañadas de una eyección de masa coronal (CME, por su nombre en inglés) integrada por plasma y radiación electromagnética de la estrella. La CME enturbia el viento solar naturalmente estable y, cuando coincide con la Tierra, desencadena perturbaciones en la magnetósfera del planeta.
Los centros de monitoreo de clima espacial recomiendan mantener la atención en el viento solar y las llamaradas mientras el Sol continúe en su periodo de máxima actividad.