la violenta detención de una familia en Guanabacoa
Una persona cercana a los detenidos denuncia golpes, incomunicación en Villa Marista y señala que dos menores están al cuidado de familiares y vecinas.
MADRID, España.- Una persona cercana a la familia detenida en Guanabacoa el pasado 29 de junio, ofreció a CubaNet nuevos detalles sobre el violento arresto y las condiciones actuales de los cuatro miembros detenidos: Hiromi Moliner, su esposo —conocido como “El Nene”— y sus dos hijos mayores, Deyanira y Donovan.
Según esta fuente, los cuatro permanecen incomunicados en Villa Marista, sin que sus familiares hayan podido hablar con ellos por teléfono. La acusación que enfrentan es por “atentado”, aunque hasta el momento no han sido presentados ante un tribunal.
El caso ocurrió en el contexto de las protestas por los prolongados apagones en el municipio habanero de Guanabacoa el pasado 29 de junio, que derivaron en una ola represiva contra varios manifestantes.
La fuente detalló que Donovan fue reducido mediante una técnica de defensa personal: “Lo agarraron por el cuello y lo desmayaron, así mismo se lo llevaron para la estación de policía”.
Por su parte, el padre, conocido como “El Nene”, recibió múltiples golpes durante el arresto. “Le dieron hasta con los cascos de ponerse para las motos. Varias personas lo golpearon. Por lo que me dijeron, debe estar bien golpeado”, aseguró la fuente.
La situación de salud de Hiromi Moliner es también motivo de preocupación. Además de tener un historial oncológico, ahora se confirma que es diabética, y que se han entregado a las autoridades documentos médicos que certifican sus condiciones. No obstante, sigue incomunicada.
Dos menores permanecen bajo el cuidado de familiares y vecinas: una niña de 11 años, hija de Hiromi, que está en período de exámenes escolares, y la bebé de dos años de la esposa de Donovan, quien también ha asumido parte del cuidado de la menor. “La niña de 11 años está bien. Hay vecinas que son como familia y están apoyando”, indicó la fuente.
De acuerdo con los testimonios recogidos, los cortes eléctricos en la zona continúan, lo cual agrava la tensión en el vecindario desde que ocurrieron las detenciones.
Este nuevo testimonio pone en evidencia no solo la violencia policial con la que fueron reducidos, sino también el impacto social que provoca la represión en los entornos familiares más vulnerables.