viernes, noviembre 22, 2024
Economía

las ayudas para la DANA son insuficientes ante un «siniestro total»


El plan con el que Pedro Sánchez anunció el pasado martes una batería de medidas para hacer frente a la catástrofe por las riadas en Valencia, no ha levantado precisamente los ánimos de los sectores empresariales más afectados en ese territorio.

La sensación entre los empresarios valencianos es prácticamente unánime: los 10.600 millones de euros anunciados por el presidente de Gobierno no serán suficientes ante la magnitud de la debacle que ha arrasado municipios enteros y las cuantiosas pérdidas generadas.

La patronal autonómica, la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV), considera que las ayudas directas «según los casos, pueden quedar cortas». En su valoración inicial, aunque cree que las ayudas van «en la dirección correcta», insiste en que «se necesitará más intensidad en las ayudas en el largo plazo». Desde CEV se espera que lo anunciado hasta ahora sea sólo un primer paso para un plan de reconstrucción.

Para los empresarios que han sufrido directamente los daños del agua, fuera de la zona cero aún no se es consciente del alcance del desastre. «Hablamos de un fenómeno que ha afectado a uno de cada tres habitantes y a una de cada tres empresas de Valencia», explica Rafael Torres, presidente de la patronal del comercio Confecomerç, uno de sectores con más negocios golpeados. Torres califica de «ridículamente insuficientes» la cifra global y confía en que sea «un aperitivo». Estima en al menos 8.000 comercios los posibles afectados, de los que unos 5.000 se ubican en la denominada zona cero, muchos en «siniestro total».

Una visión que comparte el sector hostelero, otra de las actividades con un mayor número de afectados, «Una ayuda de 5.000 euros para un autónomo para volver a levantar la persiana de un bar o una cafetería según han quedado es irrisoria», asegura Manuel Espinar, presidente de la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV). Su propia situación ilustra el día a día. Dos de sus tres locales están en Beniparrell y Catarroja, en el epicentro del desastre, y uno de ellos se encuentra destrozado. Una situación en la que hay más de 1.000 bares y restaurantes en los municipios más dañados.

Mucho peor que la pandemia

Para muchos empresarios uno de los indicadores del Gobierno para cuantificar su plan, los fondos y avales que se solicitaron durante la crisis del Covid, no sirve de referencia. «Esto es peor que la pandemia, en que cerramos pero teníamos los negocios intactos. Ahora han desaparecido los locales y la comarca«, según Espinar, que muestra su preocupación por la recuperación en un ambiente de «depresión brutal».

El importe global no es el único punto que despierta recelos. «Cuando hablamos de ayudas tienen que ser ayudas de verdad y en este caso 5.000 millones del plan son avales. Es pedir a quien está destrozado y no tiene nada que dar que se endeude un poco más», señala el presidente de Confecomerç, que recuerda que muchos aún arrastran los ICO del Covid. Para la patronal del comercio, los 3.500 millones de euros del Consorcio de Compensación de seguros tampoco pueden calificarse como ayudas. «Ese mecanismo existe para cubrir situaciones como ésta a quienes han estado pagando su seguro. No es una limosna, es una obligación«.

Desde la Federación Valenciana de Empresarios del Transporte (FVET), consideran que el plan publicado en el BOE contiene carencias al ceñirse demasiado a lo que en su día se aprobó para la pandemia. Especialmente, apuntan a las exigencias de que las empresas tengan el domicilio en las poblaciones afectadas, cuando en las reuniones con las administraciones se trasladó que se centrarían en la actividad, no en el código postal de la sede. Tampoco han visto recogido en su caso en la norma el anuncio de que en los vehículos las indemnizaciones del Consorcio serían un 20% superiores al valor de tasación.

Mueble y agricultura

El sur del área metropolitana de Valencia es la cuna de la industria del mueble regional, que ha sufrido «un varapalo fortísimo», en palabras de Kiko Torrent, vicepresidente de la Federación Empresarial de la Madera y Mueble de Comunidad Valenciana (Fevama). «Las cifras son catastróficas, más del 60% de la industria del mueble está en la zona cero«, apunta.

Desde la patronal consideran que será necesario un plan de ayudas específico para la recuperación del mueble por su peculiaridad «en que las empresas tienen de media apenas 5,9 empleados».

El campo es otro de los grandes damnificados que también reclama un plan específico. Según Carles Peris, secretario general de La Unió, «en las primeras líneas aprobadas no hay nada desarrollado para el sector agrario». También han detectado que la ayuda a autónomos para cese de actividad según contempla el decreto no es aplicable a su sector, «porque en el caso de las explotaciones agrarias, aunque no se pueda producir se va a trabajar para poder recuperar cultivos o en otros campos».

Agilidad y rapidez, claves

La celeridad y la agilidad en las ayudas es una de las prioridades diez días después de la catástrofe. El presidente de Cámara Valencia, José Vicente Morata, insistió al ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que la rapidez «es vital para la supervivencia». Especialmente alarmante es el caso de la industria auxiliar del automóvil, que advirtió al ministro del riesgo de perder competitividad si no se retoma la actividad en breve.

El vicepresidente de Fevama, Kiko Torrent también insta a agilizar los trámites y «que los políticos no lo compliquen», porque las empresas ahora mismo «van día a día descubriendo daños nuevos».

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