Las madres ‘heredan’ microplásticos a sus hijos, muestra un experimento en ratones
Un experimento en ratones de la Universidad de Rutgers, Estados Unidos, confirmó una de las grandes dudas sobre el fenómeno de la contaminación de polímeros en los cuerpos. Los microplásticos que están en los tejidos de una madre (como los de la placenta o en su sangre) pueden transferirse a sus crías durante la gestación y permanecer en sus cuerpos después del nacimiento.
El plástico, concebido como un material sintético y resistente, se inventó en 1907. Hasta 2022 (115 años después) la ciencia descubrió que el organismo puede retener partículas de micro y nanoplásticos (MNP). Con el avance de las investigaciones, los científicos han encontrado restos microscópicos de polímeros en peces, aves y mamíferos, así como restos en testículos, espermatozoides, placenta, torrente sanguíneo, cerebro, colon, hígado, riñones y todo el sistema digestivo.
Dada la relación de los micro y nanoplásticos con el sistema reproductor y el proceso de gestación de los mamíferos, los investigadores trabajan para comprender el impacto de su presencia. Una de las preguntas más preocupantes para los expertos era si una madre podría «traspasar» los residuos de su cuerpo al feto que gestaba. El estudio de la Universidad de Rutgers encontró plástico en los pulmones, corazones, hígados, riñones y cerebros de una camada de ratones recién nacidos.
‘Heredar’ microplásticos
Las madres de los roedores fueron sometidas a un proceso de inhalación de poliamida-12 (un tipo de nailon) para que su cuerpo retuviera microplásticos. Las sesiones consistieron en una exposición de cuatro horas durante 10 días no consecutivos durante la gestación de los ratones, que dura 21 días aproximadamente. La poliamida-12 apareció en los cuerpos de seis crías. El estudio aclara que todavía es muy pronto para definir si la contaminación de madre a hijos ocurrió durante la gestación o si se dio mediante la alimentación con la leche de las madres.