¿Las supernovas son realmente un peligro para la Tierra?
Destellos de rayos gamma
Las supernovas son fenómenos muy energéticos, que expulsan mucha energía además de plasma. Lo hacen en todas las frecuencias de luz: desde ondas de radio hasta rayos gamma, pasando por los rayos X y ultravioleta. En algunos casos son el origen de los denominados «estallidos de rayos gamma» o GRB, pulsos de radiación tan rápidos y energéticos en estas frecuencias. Y es precisamente entre estas emisiones más energéticas donde podría surgir mayor peligro. No obstante, no todas las supernovas producen estallidos de rayos gamma y por tanto no todas son riesgosas. Un punto impredecible para considerarla «peligrosa» es su proximidad.
Eta Carinae
A menudo se cataloga a la estrella Eta Carinae como una «estrella potencial» que en el dado caso de explotar, se volvería un peligro inminente para la Tierra. Sin embargo, se encuentra a 7,500 años luz; suficiente para que incluso la radiación más energética se atenúe en el camino. Además, los astrónomos teorizan que la estrella ni siquiera produciría un GRB y no emitiría mucha energía en nuestra dirección. En realidad, la mayor parte de la energía expulsada por las supernovas sigue la línea del eje de rotación: emerge de los polos, y los polos de Eta Carinae no están orientados hacia la Tierra.
Supernovas cercanas a la Tierra
Sin embargo, hay algunas supernovas a las que hay que prestar suma atención, y estas, al menos en principio, pueden suponer un riesgo. Se trata de estrellas situadas a 1,000 años luz de distancia que podrían explotar pronto, y su energía, de ser necesario, impactaría contra la Tierra. Hay 12 estrellas que entran en esta categoría: además de la conocida Betelgeuse, u otras del cielo como Spica, Rigel y Antares, hablamos de IK Pegasi, Acrux, Alpha Crucis, Zeta Ophiuchi, Alpha Lupi, Pi. Puppis y S Monocerotis A y B.
¿Nos podríamos extinguir?
La hipótesis que subyace a la extinción del Ordovícico es precisamente que la Tierra fue impactada por el GRB producido por una supernova cercana a la Tierra. Menos de cinco supernovas explotan en nuestra dirección cada mil millones de años y la mayoría de los problemas asociados con estas explosiones dependen de la radiación gamma. Si una supernova explotara a una distancia de 26 años luz, el ozono de la atmósfera terrestre podría dañarse hasta la mitad. Una vez que se reduzca la capa de Ozono, incluso el Sol y su radiación se volverían dañinos. ¿Es un problema por el que no podrías dormir de noche? Ciertamente no, pero algunas de las supernovas cercanas a la Tierra están destinadas a terminar su vida como supernovas, aunque todavía están ocupadas quemando hidrógeno en el núcleo, y solo unos pocos casos como el de Betelgeuse están realmente cerca. Por el momento tenemos problemas más puntuales, desde guerras hasta el cambio climático.
Artículo originalmente publicado en WIRED Italia. Adaptado por Alondra Flores.