domingo, diciembre 22, 2024
Fashion

Los errores de Letizia en sus primeras cenas de galas: excesos de joyas y bolsos feos


Elena Castelló

Era el mes de julio de 2004, mes y medio después de
contraer matrimonio con el príncipe de Asturias
, en la catedral de La Almudena y
doña Letizia asistía a su primera cena de gala en honor de un mandatario extranjero. Se trataba de Alejandro Toledo, presidente de Perú, y su mujer, Eliane Karp, en el Palacio Real. Asistió toda la familia real, incluidas las infantas Elena y Cristina y sus esposos, Jaime de Marichalar e Iñaki Urdangarín.

Letizia apareció relajada y deslumbrante. Escogió para la ocasión un vestido de falda estrecha y ligero polisón con corsé rojo
del diseñador Lorenzo Caprile. Para aquellos primeros actos de gala, la princesa de Asturias confió en el modisto gracias al cual
había triunfado en su presentación ante la realeza europea en Dinamarca
. Optó, sobre todo, por diseños con corsé, tirantes y escote cuadrado. El corte favorecía a la princesa y era evidente que se sentía cómoda con esos diseños.

En aquella primera cena de gala, doña Letizia
lució la misma tiara con la que se había casado, la prusiana, que también había acompañado a la reina Sofía en su ceremonia matrimonial, y llevaba los pendientes de diamantes que le regalaron sus suegros por su matrimonio. Eran los primeros pasos de doña Letizia en las recepciones de gala y los primeros de su la construcción de su imagen como princesa de Asturias.

Los primeros looks de Letizia en las cenas de gala

Ese mes de septiembre asistió también a la cena de gala que los reyes ofrecieron al presidente de la república checa, Vaclav Klaus, y su mujer, Livia Klausova. Para esta segunda recepción en el Palacio Real, doña Letizia
escogió un vestido azul turquesa, con tejido brillante y mangas de volantes. Y volvió a coronarse con la tiara prusiana.

Letizia y Felipe, en la cena de gala en honor del presidente de la república checa /

gtres

Para la cena ofrecida a la presidenta de Letonia, el mes siguiente, doña Letizia volvió a confiar en Caprile y su color rojo, con un corpiño bastante escotado y una falda de corte princesa de color cereza en tornasol. La princesa sabía que
aquel color de Caprile le favorecía, como ha demostrado con los años. Lució también la Orden de las Tres Estrellas, que recibió de la presidenta de Letonia, de color azul. También se colocó en la cabeza
la tiara floral
, que había recibido doña Sofía como regalo de boda del general Franco.

Los primeros errores de Letizia

En su cena de gala con Vaclav Klaus
Letizia cometió un error, muy propio de quien no ha asistido a cenas de gala con anterioridad, fue empeñarse en llevar un bolsito de dos asas que estropeaba la majestuosidad del conjunto. El accesorio en cuestión la obligaba a cargar con él toda la noche y mantener una postura y un aspecto más
propios de boda de provincias que de cena de gala en el Palacio Real.

El error iba más allá de que el bolso, de
satén brillante azul del mismo color del vestido (otra equivocación de estilo), fuera feo o bonito. La fallida elección tiene más que ver con sus gustos en aquella época, que han evolucionado hacia el refinamiento absoluto con el paso del tiempo.

El
segundo error tiene que ver con el exceso de joyas. Se puso
la tiara floral
, que había recibido doña Sofía como regalo de boda del general Franco. Pero además, se lleno de diamantes: los que llevaba en pendientes y dos pulseras, una en cada muñeca. A eso añadió
la Orden de Carlos III, una banda azul y blanca con con broche que le había concedido Juan Carlos I de forma privada el día que contrajo matrimonio con Felipe VI y que llevaba sobre el costado izquierdo. Aunque el broche correspondiente se lo colocó en el extremo izquierdo del escote.

Cómo se convirtió Caprile en su modisto de confianza

Caprile
fue su modisto de cabecera en aquellos primeros pasos como princesa. En el confiaba para los momentos de gala. Doña Sofía le había recomendado que confiara en un diseñador. Sin embargo, durante los siguientes años, Felipe Varela fue reemplazando a Caprile, aunque la princesa todavía luciría algunos diseños del modisto.

Por ejemplo, el que llevó en la cena de gala ofrecida al presidente de Argentina, en 2009, en el Palacio Real, un «dos piezas» de corpiño y falda ancha, el
diseño preferido por ella. El cuerpo, en esta ocasión, llevaba un cordado en damero de tonos verdes y cobre y la falda era verde bosque. Lució, como era casi habitual, la tiara prusiana.

Don Felipe y doña Letizia, en la recepción al presidente de Argentina en 2009. /

gtres

En 2017 volveríamos a verla con la falda mantón en blanco y negro, pero con corpiño negro. La había estrenado en 2004 en Nueva York, con camisa blanca. A partir de 2007
Varela se hizo omnipresente en su armario
.

Entre los primeros diseños de gala de Varela que lució la entonces princesa destacan el
vestido lencero en blanco que lució en Holanda en la celebración del 40 cumpleaños de Guillermo de Orange, el «palabra de honor» rojo con falda de volantes la víspera de la boda de Victoria de Suecia, en 2010, o el azul de inspiración heléncia de la boda de Nicolás de Grecia y Tatiana Blatnik, ese mismo año.





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