Los españoles ignoran el pánico económico que golpea a alemanes y franceses
Nadie diría que los españoles tienen motivos para estar tranquilos en materia de política económica. Al menos, si nos comparamos con países con una tasa de paro mucho menor, mejores salarios, una disciplina presupuestaria más sólida y una fiscalidad mucho más equilibrada. Por no hablar de los rifirrafes constantes ente el Gobierno, sus socios y la oposición. Y, sin embargo, el indicador publicado por el Banco de España para medir esta incertidumbre nos sitúa en una situación, aparentemente, mucho mejor de la que viven la dos principales economías europeas, Alemania y Francia, que parecen haber caído en un auténtico escenario de pánico.
¿Cómo medir la desconfianza o inquietud de un país? Existen varios indicadores de confianza económica, basados en encuestas a familias, empresas y consumidores, pero lo que reflejan es el impacto que tienen en las decisiones económicas, laborales o financieras de los agentes económicos. Pero para muchos analistas estas métricas funcionan, por decirlo así, ‘a posterior’: no miden en tiempo real el ‘clima’ general que acaba condicionando dichas expectativas, ni permiten anticiparse a sus consecuencias.
El Banco de España publica cada mes un índice de incertidumbre de política económica que se basa en un análisis completamente diferente: rastrear las noticias publicadas en los principales medios de comunicación que contengan palabras vinculadas con esta incertidumbre que se debe a la combinación de variables macroeconómicas, la situación geopolíticas y la decisiones de los gobiernos de cada país.. El resultado es el denominado Economic Policy Uncertainty Index (EPU) que permite rastrear la evolución de este factor desde 1997. Y revela un incremento sostenido de esta preocupación respecto a los primeros años del siglo.
El EPU alcanzó un máximo a principios de 2012 (el estallido de la crisis de deuda) y durante la pandemia, aunque también registró picos importantes coincidiendo con la caída del Gobierno de Mariano Rajoy en 2018 y la invasión de Ucrania. Pero desde 2021 se mantiene en niveles más moderados de volatilidad. Esto no significa que los españoles estén más satisfechos con la política económica, sino que la incertidumbre, siendo más elevada que antes de 2020, no se está disparando. Sobre todo, si la comparamos con otras grandes economías.
¿Cómo se mide la incertidumbre?
En 2016, los investigadores Scott R. Baker, Nicholas Bloom y Steven J. Davis desarrollaron la metodología del Economic Policy Uncertainty Index (EPU). Un modelo que desde entonces ha recibido muchas actualizaciones y mejoras de sus autores y de otros economistas.
Y es que una de las principales críticas al EPU es que el universo de análisis estadístico es muy diferente para cada país. Mientras en Estados Unidos se cubren 3.500 cabeceras nacionales y a nivel de cada estado y en Reino Unido once, en Alemania, Francia, Italia y España se recurre solo a las dos cabeceras de mayor tirada. Sorprendentemente, sitúa a España en el nivel más modesto. Es decir, como el menos preocupado por la coyuntura político-económica, por debajo incluso de Italia.
Pero esta primera versión suscitaba muchas dudas en el caso de España, ya que los picos de incertidumbre no se ajustan con la evolución del ciclo económico y político, como la Gran Recesión o la pandemia de 2020. Por ello, en 2019 un equipo de economistas del Banco de España compuesto por Corinna Ghirelli, Javier J. Pérez y Alberto Urtasun desarrollaron un modelo alternativo en el que, respetando el modelo del EPU, se elevaba el número de cabeceras (a El País y el Mundo se suman La Vanguardia, ABC, Expansión, Cinco Días y elEconomista.es) y el número de términos relacionados con la incertidumbre económica.
El EPU del Banco de España arroja unos valores mucho más altos y, además, se ajusta mejor al ciclo económico. Sin embargo, sigue por debajo de los niveles registrados en Alemania y Francia, que se han disparado desde el estallido de la guerra de Ucrania. Pero también son dos economías que se han visto rebasadas en los dos últimos años por el crecimiento económica de España e Italia, con menor exposición al conflicto y la incertidumbre geopolítica. En este sentido, el dato de España, aunque mayor que el del país transalpino, se alinea con el de Estados Unidos.
No solo el conflicto bélico impulsa esta situación. La compleja situación política en Francia y Alemania deriva y mucho de cuestiones puramente económicas, lo que hace que la repercusión en medios de las palabras clave que utiliza el EPU sea mucho mayor que en España o Italia, donde el debate va en otra dirección.
La economía española, en el foco internacional
Ahora bien, ¿esto significa que la situación española está más satisfecha con su situación económica y las políticas que la definen que la alemana o francesa? No. El índice EPU mide la variación de la incertidumbre desde un punto inicial, situado en 1997. Lo que muestra es la volatilidad de este factor, y en el caso de las dos mayores economías europeas se ha disparado.
Se puede objetar que esta estimación acarrea un sesgo introducido por los propios medios españoles, a pesar de que el Banco de España ha dseñado un mapa plural de cabeceras. Para contrarrestar este posible efecto, también ha elaborado otra versión del índice con medios estadounidenses y británicos (Los Angeles Times, The Boston Globe, The Globe and Mail, The New York Times, The Telegraph,, The Times, Chicago Tribune, The Guardian, The Wall Street Journal, The Washington Post y The Economist).
El indicador refleja lo que estos medios publican sobre España y la evolución es sorprendente. Mientras entre 1997 y 2009 se registraron menores incrementos de la incertidumbre en el EPU nacional que en el de la prensa extranjera, tras la quiebra de Lehman Brothers y la crisis de deuda en la eurozona el segundo se disparó mucho más que el basado en medios españoles.
Fueron los años en los que se señalaba a España como el mayor punto débil del euro, tras el rescate de Grecia, por su sistema financiero y su deuda pública y tasa de desempleo inconcebibles en las economías anglosajonas. Las crisis siguientes han disparado también más el EPU extranjero que el nacional, lo que confirma que nuestro país sigue en el foco internacional por su peso económico en Europa.
Sin embargo, en los últimos años, la situación parece haber acompasado, e incluso el EPU con medios nacionales supera en 20 puntos al de los extranjeros. Aunque hay que tener en cuenta la volatilidad del interés informativo por nuestro país es mayor entre los corresponsales. En cualquier caso, aunque el Gobierno ha sido objeto de demoledores análisis en medios tan reputados como The Economist, no parece que la política económica sea el factor que más incertidumbre provoca. O, al menos, no eclipsa un foco que se centra mcuho más en la situación de Francia y, sobre todo, Alemania.